La princesa Leonor destacó hoy el “desafío constante” que supone vivir en un pueblo de alta montaña como Sotres y dijo que sus vecinos, los que llegaron hace décadas y los jóvenes instalados recientemente, son un ejemplo “por su capacidad para cuidar las tradiciones y para innovar”, algo que no es fácil.
Así lo señaló la princesa de Asturias en el discurso pronunciado durante la visita que realizó, junto a los reyes y a su hermana la infanta Sofía, a Sotres, Premio al Pueblo Ejemplar 2024, una localidad del concejo de Cabrales situada a 1.050 metros de altitud y con 108 habitantes.
Enclavado en la Reserva de la Biosfera (Unesco) y Parque Nacional de los Picos de Europa, Sotres es uno de los pueblos más altos de Asturias y su actividad económica está basada en la ganadería y el campo, el turismo y los negocios agroalimentarios especializados en la elaboración del queso Cabrales.
Vivir en un pueblo así es un desafío constante “por los servicios que necesitáis y demandáis y por la gestión sostenible de vuestros recursos”, indicó la heredera de la Corona, a la que el rey, al igual que el viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, cedió el protagonismo, al ser su primera edición como mayor de edad.
En unas breves palabras, Felipe VI explicó que a partir de ahora será doña Leonor la que destaque lo mejor de los pueblos ejemplares y de felicitarlos oficialmente. Un papel que por primera vez ejerció en Sotres, a cuyos vecinos felicitó el monarca para destacar también su espíritu de comunidad que, aseguró, heredaron y procuran transmitir a las siguientes generaciones y a los que agradeció su gran acogida. En su discurso, la princesa recordó cómo, al terminar la actividad minera en esta zona –la mina de la que se extraía plomo y blenda dejó de funcionar en 1978–, el pueblo potenció la economía de la zona con el desarrollo del turismo natural y el senderismo: “E hicisteis muy bien esa transición”, sostuvo la princesa tras el recorrido por el pueblo.
Un recorrido en el que la familia real escuchó “a los mayores, la memoria viva de cómo un pueblo de alta montaña que no tuvo luz hasta hace 43 años es ahora un lugar que progresa con vuestro esfuerzo”. También se refirió a los cinco niños que viven en Sotres, a los que entregó el premio, y confió que encuentren razones para seguir en el pueblo: “Ojalá que las circunstancias lo permitan si así lo decidís”. La princesa agradeció a los vecinos que les hiciese sentir “que en este rincón precioso Asturias la vida presenta su mejor cara”, al visitar un concejo de Cabrales al que ella y su hermana, dijo, acuden por segunda vez y del que se van “deslumbradas y admiradas” por su ejemplo.