Los problemas de suministro de fármacos llegaron a su máximo en 2023 con 475 medicamentos afectados y un promedio de 92 semanales, un 30% más que el año anterior, incremento que estuvo marcado por la crisis, ya resuelta, de la amoxicilina pediátrica y el antidiabético Ozempic, que encadena más de un año de escasez en las farmacias.
Son los principales resultados del ‘Balance 2023 de las incidencias en el suministro de medicamentos’ presentado ayer en el XXIII Congreso Nacional Farmacéutico que reúne estos días en Valencia a más de 2.000 profesionales del sector.
Los datos recogidos por el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), con las notificaciones en tiempo real que le suministran más de 10.000 farmacias, la mitad de las que hay en España, revelan un nuevo incremento de las incidencias de hasta el 30%, aunque a un ritmo menor que el año pasado, cuando se dispararon un 150% respecto a 2022.
Problemas que vienen de lejos, que no son exclusivos de España y que “no se van a solucionar tan fácilmente”, recordó el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Jesús Aguilar, antes de hacer hincapié en este dato: cada farmacéutico europeo pierde diez horas a la semana buscando medicamentos que escasean. No obstante, también lanzó un mensaje de tranquilidad: el 93% de los fármacos que dieron problemas podían ser sustituidos por otra alternativa.
Asimismo, un 73% pudo resolverse con Farmahelp, una herramienta con la que las farmacias contactan con otras oficinas cercanas para ver si tienen el medicamento que busca el paciente; con este sistema se localizaron de 389.364 fármacos.
Entre los medicamentos más afectados por las alertas de escasez en o que va de 2024 se encuentran el mencionado Ozempic en segundo lugar, superado en número de notificaciones por el analgésico y antipirético Efferalgan, que también lideró la lista de 2023, por delante del ansiolítico Orfidal y el Primperán, usado para aliviar las náuseas.