El río Narcea ha dado este domingo, apenas una hora después de que se abriese la veda, un campanu de Asturias de 8,2 kilos y 92 centímetros de longitud cuyo pescador, Gonzalo Díaz Soto, ha vendido la pieza por 19.300 euros al restaurante madrileño El Rincón Asturiano, una cifra nunca alcanzada hasta ahora en la tradicional puja que se celebra en la localidad de Cornellana.
Con las orillas de los ríos llenas de pescadores desde el amanecer, Díaz Soto, un veterano ribereño de Cangas del Narcea que usó cebo natural, logró capturar al primer salmón de la temporada de pesca con muerte en el coto de Puente Laneo después de que en el sorteo de turnos le tocara el segundo lugar del puesto y que al primer pescador le picara dos veces, pero sin lograr echarlo a tierra.
"Dio un poco de guerra porque los salmones ahora están fuertes y el agua baja fuerte, pero lo pudo sacar sin mucha dificultad", señaló a EFE el afortunado pescador, que obtuvo el ejemplar a las 8:20 horas, apenas una hora y cinco minutos después del momento autorizado para intentar la captura del campanu.
Nada más precintar el ejemplar, Díaz Soto confirmó su intención de subastarlo en la tradicional puja que organiza el Ayuntamiento de Salas en la localidad de Cornellana vinculada a la feria de caza y pesca Asturpesca-Capenastur, a la que se habían inscrito 16 establecimientos hosteleros de Oviedo, Cangas del Narcea, Llanera, Grado, Pola de Somiedo, Avilés, Siero, Cuenca y Madrid.
Tras una dura pugna con un clásico de la cocina ovetense como Casa Ramón y con la sidrería La Figal, de Cuenca, fue finalmente el restaurante madrileño El Rincón Asturiano el que se hizo con el campanu por 19.300 euros que suponen un récord absoluto en la subasta, situado hasta ahora en los 18.000 que se pagaron en 2007.
Desde las 7:15 horas las cinco cuencas salmoneras de Asturias se habían poblado de pescadores aspiran a capturar el preciado campanu, el único ejemplar que la normativa permite comercializar -uno por río- y por el que el año pasado se pagaron 9.200 euros por un ejemplar capturado en el Sella.
El nombre de esta primera captura procede del repicar de campanas que generaba desde las iglesias de las localidades ribereñas en el primer día de la temporada de pesca, que este año comenzó en la modalidad sin muerte el tercer domingo de marzo y que, en la opción con muerte, se prolongará hasta el 15 de julio.
Con nueve mil licencias de pesca en Asturias, el Gobierno del Principado ha fijado para este año un límite de capturas de 620 ejemplares -reducidos a uno por pescador y día, y a dos ejemplares en toda la temporada por licencia- de los que 240 corresponden a la cuenca del Nalón-Narcea (80 reservadas a las zonas libres); 210 (70 en zonas libres) a la del Sella-Piloña; 120 (40) al Cares-Deva; 20 para el Esva y 30 para el Eo.
Las capturas de salmón en los ríos asturianos se ha ido reduciendo progresivamente desde los 2.800 ejemplares capturados en 2001 a los 1.134 pescados quince años después, cifra que aún ha seguido disminuyendo hasta los 411 de 2022 y los 377 precintados en el último ejercicio.
El mantenimiento de la pesca con muerte de esta especie y de la comercialización del primer ejemplar de cada río -la venta del resto de salmones capturados está prohibida en Asturias desde 2002- sigue siendo cuestionada por los ecologistas, que advierten de la situación crítica que atraviesa una especie de la que en 1949, cuando se instauró el precinto obligatorio, se pescaban en la región unos cinco mil ejemplares.
Al margen de la subasta de Cornellana, el Ayuntamiento de Cangas de Onís y la sociedad de pescadores El Esmerillón celebran otra puja, inicialmente destinada al campanu del Sella aunque es el pescador que lo obtiene quien decide si vende el ejemplar y dónde hacerlo, y en la que, al margen de la venta, la captura es recompensada con 2.500 euros.
Esa subasta vendió el primer ejemplar de 2023, un salmón de 3,2 kilos y 72 centímetros de longitud que fue adquirido por el grupo El Campanu, con restaurantes en Ribadesella y Gijón, por 9.200 euros, un precio luego superado por el primer ejemplar del Narcea, que se comercializó por 10.800 euros.