El Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife han acordado mantener el nivel 2 ante la reactivación del incendio declarado el pasado 15 de agosto, en vista de que se espera una noche "tensa y complicada" por la previsión de vientos fuertes, con rachas que podrían alcanzar los 40 kilómetros/hora.
Así lo ha expresado la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, quien junto al consejero de Política Territorial del Gobierno canario, Manuel Miranda, ha anunciado también que se mantendrán evacuadas 3.200 personas, a expensas de cómo transcurra la noche.
Dávila también ha confirmado que el incendio ha afectado a una vivienda, algo que no sucedió en la primera fase, y que el Gobierno de Canarias está buscando una solución habitacional para la familia que vivía en ella.
La presidenta del Cabildo ha "rogado" a la población que no se acerque a la zona afectada por esta reactivación del incendio, en los altos de Santa Úrsula y de La Orotava, y que las fuerzas y cuerpos de seguridad estarán "muy pendientes" de que nadie corra "ningún riesgo".
Montserrat Román, responsable del dispositivo de Protección Civil, ha detallado que a lo largo de esta noche estarán desplegadas en la zona del incendio 94 personas, de las que 40 pertenecen a las brigadas del Cabildo y otras 40 a la Unidad Militar de Emergencias (UME), además de 14 efectivos de los Bomberos de Tenerife para proteger las zonas de interfaz en el caso de avance de las llamas.
Para el viernes está prevista la participación de 120 efectivos y ocho medios aéreos, que permanecerán desplegados mientras continúen las condiciones meteorológicas adversas: aire seco, altas temperaturas y ocasionalmente fuertes rachas de viento.
El viento es la principal causa de preocupación, y es que tal y como ha explicado la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, la previsión de la Aemet es que esta noche sea de ladera, es decir, de tierra hacia el mar, con rachas que podrían provocar reactivaciones como las que anoche llevaron a elevar el incendio a nivel 2 y pedir la intervención de la UME.
Pedro Martínez, jefe de extinción del Cabildo de Tenerife, ha detallado que en los últimos tres días ha habido más puntos calientes en la zona baja del incendio y en el interior del perímetro afectado, de unos 90 kilómetros, que el pasado septiembre.
El problema está en si cuando afloran esos puntos calientes encuentran combustible y se suma viento que sopla con fuerza, esas reactivaciones adquieren "intensidad y altura" y se generan paveseos (difusión de partículas incandescentes arrastradas por el aire), como sucedió la pasada madrugada.
"Puede que no pase esto y que la noche sea tranquila, pero ante posibilidad de que ocurra lo peor, habrá desplegados efectivos en muchos sitios", en vista de que ayer hubo simultaneidad en tres puntos diferentes, ha relatado Martínez.
Los servicios de extinción han intentado adentrarse en esa zona de puntos calientes en los montes de Santa Úrsula pero no han podido porque hay árboles caídos y no reúne las mínimas condiciones de seguridad.
La consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Candelaria Delgado, ha confirmado el cierre del dispositivo de alojamiento habilitado en el pabellón Quiquirá, de La Orotava, donde había acogida una treintena de personas que serán reubicadas en otros centros.
Además, los usuarios del centro sociosanitario de La Corujera, en Santa Úrsula, han sido reubicados en otros dispositivos similares.
El consejero de Política Territorial, Manuel Miranda, ha hecho un llamamiento a la calma a la población, a la que ha pedido que sea consciente de que continúa la "situación de riesgo" de incendios en Canarias, y que el de Tenerife "ni mucho menos está controlado".
También ha solicitado que en el caso de que haya que tomar más "medidas excepcionales" que la población obedezca a las indicaciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad, como han hecho hasta ahora.