Un informe de la Policía Municipal de Madrid apuntala la tesis del atropello intencionado que dejó el 6 de noviembre de 2022 cuatro muertos durante la celebración de una boda gitana, en contra de la versión de los acusados que mantienen que fue accidental mientras huían de un tiroteo.
El atropello tuvo lugar a las 2.44 horas a la salida del restaurante 'El Rancho', ubicado en el número 6 de la avenida de la Constitución, donde se estaba celebrando una boda gitana con más de 200 invitados.
En el marco de la instrucción, la jueza encargó dicho informe técnico a la Policía Municipal de Madrid para esclarecer las circunstancias que rodearon los hechos investigados.
En las conclusiones, a las que tuvo acceso Europa Press, se expone que "a pesar de la presencia de peatones en la calzada visibles para un conductor medio, el conductor realizó una maniobra de aceleración entre estos dos tramos que aumentó el peligro potencial de fallecimiento de los peatones en caso de atropello de en torno a un 40 hasta el 70%".
Detalla que el vehículo circulaba entre unos 70 y 55 metros antes del paso de peatones de la Avenida de la Constitución a una velocidad media de en torno a los 48,68 km/h. Cuando llegó a los 25 metros, aumentó la velocidad a 62,74 km/h.
Concluye que existe al menos "una configuración del atropello congruente con las evidencias físicas encontradas en el escenario del accidente y con las estimaciones de velocidad realizadas en el presente informe".
Al igual que manifestaron sus sobrinos, el autor del atropello manifestó que el accidente no fue intencionado y se debió a que tuvo que huir precipitadamente junto a sus hijos y sobrinos después de ser agredidos y recibir disparos por parte de varios invitados. Se le acusa de cuatro delitos de asesinato y siete delitos de asesinato en grado de tentativa.
Según su versión, el padre de la novia le invitó a la boda, donde acudió junto a varios parientes. Al parecer, un invitado insultó a uno de sus hijos durante el convite y le llamó "loco", lo que habría sido el detonante del enfrentamiento.
"Nos pegaron y amenazaron", relató y detalló que vio a varios invitados con armas. Cuando subieron al coche a la carrera, varias personas les cerraron el paso y oyeron disparos, huyendo del lugar. Pese a ello, no hay ninguna evidencia que corrobore dichas manifestaciones al no localizarse en la zona casquillos de bala.