La tasa de emancipación juvenil en España subió en el primer semestre de 2023 hasta el 16,3% por primera vez desde 2020, aunque sigue muy por debajo de la media de la Unión Europea (31,9%), según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
El estudio, publicado ayer y centrado en la población de entre 16 y 29 años –que en España son 7.088.690–, muestra que el problema estructural de vivienda hace que el país tenga una de las edades medias de emancipación más altas de Europa (30,3 años).
Pese a la ligera mejora (0,37% respecto al año anterior), la tasa de emancipación juvenil continúa lejos de los niveles alcanzados antes de la pandemia (18,7%) y del máximo registrado con anterioridad a la crisis económica de 2008 (26,1%). Además, de enero a junio del pasado año el paro joven descendió ligeramente hasta el 20,1% (la cifra más baja desde mediados de 2008) y el salario medio juvenil aumentó un 5% hasta los 12.062,59 euros.
Pero estas mejoras, según advierte el estudio, no llegaron a todas las comunidades: en diez la tasa de emancipación se redujo respecto al primer semestre de 2022; en cinco de las siete autonomías en las que creció la tasa de paro también descendió la emancipación, y en nueve de las 17 regiones el salario medio es de menos de 1.000 euros al mes.
En este contexto, el precio de los alquileres, la forma más habitual de emancipación para los jóvenes, subió mucho más que los salarios, cuya media en doce pagas se situaba en 1.005,22 euros netos al mes, mientras que el precio medio del alquiler era de 944 euros mensuales.
Si a esto le sumamos el gasto medio de los suministros de una vivienda (138,12 euros/mes), el precio de un alquiler en solitario sumaría 1.082,12 euros, así a una persona joven le faltarían 76,9 euros para poder vivir sola.
Los 944 euros al mes de media que paga un joven por alquilar una vivienda es el precio más alto desde que existen registros, es el 93,9% de su sueldo e implica un encarecimiento del 9,3% respecto a un año antes y de casi un 70% respecto al que tenían los alquileres hace diez años.
Tampoco alquilar una habitación en una vivienda compartida es una opción asequible: cuesta 375 euros al mes, el equivalente al 37,3% del salario de un joven (los estudios sitúan el 30% del sueldo como el máximo aceptable para dedicar a la vivienda), una situación que se da en diez de las 17 comunidades. En cuatro, incluso, supera el 40%.
La compra también se encareció en el primer semestre de 2023: la primera mensualidad de una hipoteca correspondería al 65,9% del salario de un joven, que para pagar la entrada tendría que ahorrar 53.796 euros, el equivalente a cuatro años y medio de sueldo.
En cuanto al género, las mujeres siguen emancipándose más que ellos (19,4% frente al 13,3%).
Con una tasa de emancipación por encima de la media española estarían Cataluña (20,9), Canarias (19,1), Murcia (18,2), Madrid (17), Asturias (16,6) y Baleares (16,4).
Por debajo aparecerían Aragón (16,2), Comunidad Valenciana (15,5), Navarra (15,5), Galicia (15,3), País Vasco (14,8), Extremadura (14,8), Castilla y León (14,7), La Rioja (14,7), Castilla-La Mancha (13,3), Andalucía (12,9) y, por último, Cantabria (11).