La enfermedad de la lepra registró 140.594 nuevos casos en el mundo en 2021, último año del que existe información. Esta cifra supone un aumento del 10% respecto a los 128.405 casos localizados en 2020 y está acompañada por un incremento de las detecciones en niños y niñas y con discapacidades asociadas, según datos de 143 países recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la Fundación Fontilles dio a conocer con motivo de la celebración del Día Mundial contra la Lepra, este domingo.
Según la organización, el aumento de las detecciones en 2021 “no es consecuencia de un fortalecimiento de las campañas de detección por parte de los países implicados, sino del afloramiento de casos no detectados durante 2020 a raíz de los confinamientos decretados para combatir la pandemia de covid y de la concentración de los recursos sanitarios en el tratamiento de las personas afectadas por el virus”.
“Durante la pandemia, se dejaron de hacer campañas de prevención y detección, y muchos recursos se desviaron a la emergencia sanitaria; por eso, ahora estamos diagnosticando a más personas y con más discapacidades”, explicó la directora de Sensibilización y Voluntariado de Fontilles, Yolanda Sanchis, quien avanzó que “en los próximos años se necesitará reforzar el trabajo para llegar a todas las personas que han quedado sin diagnosticar y evitar el empeoramiento de las discapacidades producidas”.
Precisamente por ello, la entidad puso en marcha la campaña ‘Cero lepra es posible’, que pretende concienciar sobre la posibilidad de acabar con la lepra para que nadie sufra las consecuencias físicas y sociales de una enfermedad que se puede prevenir y curar.
Según los datos, el número de personas afectadas que presentan discapacidades visibles en el momento de la detección aumentó en un 18%, al pasar de 7.198 en 2020 a 8.492 en 2021, lo que supone el 6% de las nuevas detecciones y sitúa la tasa de discapacidad en 1,1 casos por millón de habitantes.
A su vez, los nuevos casos detectados en niños y niñas menores de quince años crecieron en un 4,9%, de 8.629 a 9.052, lo que implica el 6,4% del total y supone una tasa de 4,5 casos por millón de población infantil lo que, según alertó la entidad en un comunicado, “constata la continuidad de la transmisión de la infección en las comunidades empobrecidas”.
Las cifras evidencian que cada día se siguen detectando 385 nuevos casos de lepra en el mundo, 23 con discapacidades visibles, y de los que 25 son niños y niñas, pese a que la enfermedad tiene cura desde hace cuatro décadas. Un tratamiento facilitado gratuitamente por la OMS de dos pastillas diarias durante un año –seis meses en los casos menos graves– basta para eliminar la bacteria y, si se suministra a tiempo, sirve para impedir el desarrollo de discapacidades.
La organización lamenta que los datos, además, “se alejan todavía del cumplimiento de las metas establecidas para 2030 por la comunidad internacional: reducción del número de nuevos casos a alrededor de 62.500; descenso de la tasa de nuevos casos con discapacidades visibles a 0,12 por millón de habitantes y disminución de la tasa de detección de nuevos casos infantiles a 0,77 por millón de población infantil”.
En España, en 2022, se notificaron al Registro Estatal de Lepra del Instituto de Salud Carlos III-Centro Nacional de Epidemiología diez nuevos casos: uno en Andalucía, Cantabria, Galicia, Comunitat Valenciana, Murcia y La Rioja y dos en Asturias y en Baleares.
Al finalizar el año, había 19 personas en tratamiento: tres en Andalucía y la Comunitat Valenciana; dos en Asturias y Galicia; cuatro en Baleares y uno en Cantabria, Madrid, Murcia, País Vasco y La Rioja.
En 2021, de acuerdo con la misma fuente, se notificaron cuatro nuevos casos: tres en Andalucía y uno en Baleares y el año acabó con 16 personas en tratamiento: cuatro en Andalucía, tres en Baleares y Madrid, dos en la Comunitat Valenciana y uno en Cantabria, Castilla-La Mancha, Catalunya y País Vasco.