La fotografía de bodas ha sufrido una notable evolución al centrarse en la naturalidad, lo que ha redefinido la manera de capturar estos momentos tan especiales. Con la llegada de las nuevas tecnologías, los fotógrafos cuentan con herramientas que amplían las posibilidades creativas y mejoran la calidad de las imágenes. La fotografía de bodas ha evolucionado de un enfoque tradicional, con posados y poses estructuradas, hacia una búsqueda de espontaneidad, reflejando las emociones y momentos auténticos del día.
"Hoy en día, lo que más se valora en un reportaje de bodas es que se capturen los sentimientos tal y como se viven en el evento, de manera natural", comenta Natalia Rodríguez, fotógrafa y creadora de contenido en Clavelina Studio. Estos momentos, lejos de ser simples recuerdos visuales, tienen la capacidad de revivir el gran día cada vez que los novios los reviven en sus fotos.
El desafío para los fotógrafos de bodas no se limita a capturar esos momentos, sino en reflejar la esencia y la emoción detrás de cada gesto. Aunque puede parecer relativamente fácil tomar una foto de un beso o una sonrisa, lo realmente complejo es transmitir lo que hay detrás de cada uno de estos gestos, el sentimiento que acompaña ese instante.
En cuanto a las tendencias actuales, hay algunas que se han impuesto con fuerza en el mundo de la fotografía nupcial. El estilo natural y espontáneo es la tendencia más destacada. Las fotografías en movimiento, capturando momentos sin posados, juegan con desenfoques y buscan reflejar las emociones reales del evento. "Lo que más están pidiendo los novios es que sus fotos reflejen cómo vivieron el día, con todo su bullicio, risas y diversión. Las sesiones posadas están pasando a un segundo plano, y lo que más buscan los novios es un estilo más dinámico y auténtico", comenta Natalia.
Otra tendencia que ha ganado popularidad es la edición con un toque retro. La mezcla de fotos en color con imágenes en blanco y negro o sepia le da un aire fresco y dinámico al reportaje. “También se lleva mucho el efecto granulado ya que le da ese toque más vintage que cada vez gusta más. Y en cuanto a la tonalidad, personalmente me gusta una edición cálida”, agrega Natalia.
En paralelo, ha surgido la figura del wedding content creator, una tendencia cada vez más demandada. Esta figura se encarga de generar contenido instantáneo de la boda, como stories, reels y vídeos breves que los novios pueden compartir rápidamente en sus redes sociales o con sus invitados. “En Clavelina ofrezco packs de hasta 10 horas de creación de contenido que incluyen stories, reels y un vídeo resumen de la boda de aproximadamente 2 minutos”, añade Natalia. Lo interesante de esta moda es que complementa, pero no reemplaza, el trabajo del fotógrafo y videógrafo tradicional, sino que ofrece recuerdos más inmediatos y compartibles de la celebración.
Cuando se trata de la planificación de la boda, la disponibilidad del fotógrafo es un factor clave. Según Natalia, lo ideal es reservar al fotógrafo con una antelación de entre 6 y 12 meses, especialmente si la boda se celebra en temporada alta. La demanda de fotógrafos de bodas ha aumentado, por lo que cuanto antes se realice la reserva, más posibilidades de asegurar el fotógrafo deseado.
Actualmente, la rapidez en la entrega de las fotos es una de las principales prioridades de los novios. "Uno de los packs que ofrezco incluye 20 fotos editadas en 24 horas y todo el reportaje en un plazo de 30 días", concluye la fotógrafa.