Ni el Arosa, ni López Parga, ni siquiera su discreto partido en ataque durante muchos minutos. El Cerceda mantiene su condición de ‘Invictus’ pese a las adversidades. Resistió en inferioridad numérica durante media hora por la sorprendente expulsión de Granada y mereció ganar en el último cuarto de hora de la segunda parte (diez contra diez). El resultado inicial no se alteró.
La primera parte, de reconocimiento y control, fue plana. Con el capitán César Otero en el banquillo por lesión, Lemos optó por Angeriz como pareja de Granada en el centro del campo. Por detrás de ellos, otra pareja: Caridad (el de siempre) y Peque (la novedad). El resto del equipo titular, sin alteraciones con respecto a las anteriores jornadas: Noé y Juan en los laterales, con Peloto y Cano por delante y Herbert y Dani más avanzados.
El Arosa también optó por adelantar a un central a la posición de mediocentro. En este caso, Munín, que cumplió con creces, fue la pareja del capitán Vixo en la primera parte y de Pablo Pillado, hasta la expulsión de Álex Freire, en la segunda. Piscis alineó un delantero (Ramón) que hace más y mejor trabajo defensivo que ofensivo, un lateral derecho (Santi) muy por debajo del nivel general del partido, un interior derecho (Eloy, zurdo él) interesante individualmente y poco más. Quizá alguna conducción del mediapunta (Nando). El resto se movió en la normalidad, entre el 5 y el 6, de un encuentro que se divide en tres partes.
La primera (11 contra 11) duró los cuarenta y cinco minutos iniciales. Pese a que el Arosa intimidó en alguna acción a balón parado y que el Cerceda tuvo la más clara en un córner de Peloto que Cano cabeceó al larguero, ni unos ni otros merecieron el gol. El orden y la intensidad en las zonas marcadas para la presión le bastaron al equipo visitante para no sufrir ante un Cerceda al que le faltó profundidad y fluidez. Para fluidez, la del árbitro López Parga. Se cargó a Granada (doble amarilla) en una falta a favor en el añadido de la primera parte. Golpeó el balón a las piernas de un rival que entorpecía el saque y el de negro enseñó una cartulina al visitante y dos (la segunda amarilla y la roja) al local.
La segunda parte (10 contra 11) duró media hora. El Arosa, en superioridad numérica, se planteó jugar en campo contrario. Lo hizo con el debutante Pablo Pillado (último) asumiendo el papel de generador ofensivo y con la velocidad y desborde de Eloy y Nando. A Ramón, el punta, le costó más y cayó en excesivos fueras de juego. No tardó en sustituirle Cubas (fuerza sin control), que tampoco tuvo ocasiones de gol el día de su reaparición tras varias semanas lesionado ante su exequipo. El Cerceda estuvo prácticamente desaparecido en ataque esos 30 minutos pero, con uno menos, no se vio con el agua al cuello.
La tercera parte (10 contra 10) duró un cuarto de hora. Expulsión compensatoria del lateral visitante Álex Freire y, de nuevo, igualdad numérica. En ese intervalo se registró la mayor diferencia entre un equipo y el otro. El Cerceda fue superior y tuvo ocasiones para ganar. Lemos dibujó un arriesgado 1-4-3-2, situando por delante de la línea defensiva de cuatro a cinco hombres (Jacobo Eibe, Peloto, Herbert, Cano y Felipe) de acentuado carácter ofensivo. El esquema de Piscis, muy similar, con José Ángel remendando en el lateral izquierdo. Precisamente de ese costado nacieron la mayoría de ocasiones de gol del Cerceda. Cano tuvo el 1-0 con un trallazo seco desde dentro del área y Marcos Caridad, tras centro del propio Cano desde la derecha, también disfrutó de una muy clara de cabeza.
El Cerceda notó la ausencia de brillo de Herbert y Cano en los últimos metros y, quizá, por eso no marcó. El Arosa tuvo prácticamente todo bajo control cuando jugó con once y se vio superado cuando se quedó con diez, pese a la igualdad numérica. Así transcurrió el partido de tres tiempos.