La Policía corroboró en una red social la planificación del crimen de A Cubela

La Policía corroboró en una red social  la planificación del crimen de A Cubela
el juicio darã¡ paso hoy a la deliberaciã³n del jurado susy suã¡rez

La red social Tuenti fue la clave que permitió a la Policía reconstruir el asesinato del joven Yonier Alejandro Arenas en la plaza de A Cubela hace 16 meses y colocar a cada uno de los sospechosos en el lugar que le corresponde. El inspector jefe que dirigió la investigación otorga a las conversaciones que mantuvieron en esta plataforma tres de los implicados un papel “principal” en la resolución del crimen, por el que dos hombres y dos mujeres se sientan desde el lunes en el banquillo de la Audiencia, acusados de instigar, perpetrar o encubrir la muerte del joven colombiano.
“En Tuenti se corroboraba cómo se planificó todo”, expuso ayer el instructor, llamado a declarar para aclarar a los miembros del jurado los detalles de  aquella investigación.
El testigo concede a los mensajes cruzados del autor confeso de las puñaladas y las dos chicas con las que salía–la acusada por encubrimiento y la hija de la examante del fallecido, menor de edad y también implicada– una importancia crucial, como también se la da a los mensajes de Whatsapp que intercambiaron varios de los acusados con la víctima en los minutos previos a su muerte.
 
de primera mano
Porque el teléfono de Arenas fue el primer hilo del que tiró la Policía para iniciar las pesquisas: como recuerda el inspector, el joven acababa de recibir mensajes de dos contactos –que, según se confirmaría después eran madre e hija, examantes ambas del fallecido– y él mismo había telefoneado a una de ellas de forma insistente, sin respuesta. “Se veía que lo habían hecho salir del domicilio”, observa.
El jefe de Homicidios tiene una explicación para este tráfico de llamadas, que verá confirmada cuando toma declaración al primero de los detenidos, un adolescente colombiano novio de la menor de estas dos mujeres y responsable de la cuchillada mortal: ambas estaban presentes en el lugar del crimen porque ambas estaban implicadas.
Este joven, que hoy se enfrenta a una petición de pena de 18 años de cárcel, dio en ese primer momento una versión que para la Policía concuerda “tal cual” con lo sucedido, tanto por los detalles que no habían salido a la luz pública –fueron dos puñaladas y no una– como por los indicios que la avalan. Cuenta que el plan se gestó la misma tarde del crimen en la casa de Oleiros donde residen la examante y su hija y ofrece también un móvil: la ira de la madre al descubrir unos mensajes de Tuenti de su hija que desvelan que también ella mantiene una relación amorosa con el fallecido, al que todos los que lo conocen tachan de mujeriego.
 
cronológicos
Pero no será hasta un tiempo después, estando ya detenida la presunta instigadora del crimen y su exmarido como posible cómplice, cuando la Policía obtiene la prueba que, a juicio del encargado de la investigación, permite verificar esta primera hipótesis. Se trata de la transcripción de las conversaciones mantenidas esa semana en la misma red social por la hija de la principal acusada, su novio y la otra chica con la que este salía a la vez. “La cronología se corresponde, entre todos planificaron darle un buen escarmiento”, deduce el inspector.  
Tal conclusión se desprende de varios envíos de la menor –no está siendo juzgada por su edad, pero sí se sentará en el banquillo por esta muerte ante la jueza de Menores– a otros implicados. “Mi mamá quiere verlo muerto”, o “mi mamá no puede pagaros pero os llevará en coche” dan cuenta, a juicio de la Policía, del papel principal de la madre, de la que los allegados al joven fallecido dicen que mantenía con la víctima una “relación tormentosa” a causa de sus celos. “Todo lo gesta ella, pero ambas tienen sed de venganza”, considera el jefe de Policía, que tiene indicios de que es la mayor de edad quien implica al novio de su hija y a su propio exmarido para lograr su venganza por el abandono; para lograrlo, cuenta que su examante ha mantenido relaciones con su hija siendo esta una niña y la ha dejado embarazada.

sin identificar
Los mensajes cruzados en Tuenti revelan también que la menor, por orden de su madre, lleva días requiriendo a su novio para que dé una paliza a Yonier Alejandro Arenas, si bien esta agresión no se concreta hasta la noche del 10 de enero de 2012, cuando una nueva comunicación implica al segundo hombre sentado en el banquillo: “El papá de mi hermano le va a pegar con usted”, dice la menor a su pareja ese día.
Frente a toda esta secuencia, las defensas mantienen que ninguno de los acusados ha sido identificado en la escena del crimen, que las descripciones que aportan los testigos no se corresponden con ellos y que contra algunos no existen más prueba que esos mensajes de texto.
Con ellos y con el resto de las pruebas en la mano, el jurado comenzará hoy sus deliberaciones, que pueden enviar a prisión a los dos varones entre 18 y 20 años de cárcel, y 20 años a la considerada instigadora del asesinato, mientras la acusada por encubrimiento, veinteañera, se enfrenta a año y medio de prisión.

La Policía corroboró en una red social la planificación del crimen de A Cubela

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