Tres miembros de una conocida familia de la parroquia de Meirás, en el término municipal de Valdoviño, desaparecieron ayer en los acantilados situados en las inmediaciones del faro de A Frouxeira arrastrados por una ola. Se trata del propietario de la Carnicería Félix, Juan Bedoya, su hija Patricia y un cuñado, que a última hora de la tarde estaban, al igual que muchas otras personas, contemplando la magnitud de un temporal por el que la Xunta había decretado la alerta roja.
La misma ola derribó a la otra hija de Juan Bedoya, Noelia, que, según testigos presenciales, logró agarrarse a las rocas y solo sufrió lesiones en las rodillas, además de romperse una costilla, y fue trasladada en una ambulancia al hospital Arquitecto Marcide de Ferrol.
El trágico suceso ocurrió en un saliente de la tierra situado entre la llamada “Punta de Meirás” y el faro de A Frouxeira y fue presenciado por numerosas personas que en ese momento estaban en los acantilados próximos y en la explanada en la que está la propia linterna marítima.
solo una se levantó
Testigos de lo ocurrido manifestaron a este periódico que desde la explanada pudieron ver que, tras una gran ola que pasó por encima de los acantilados, varias personas habían desaparecido. Después comprobaron que una de ellas se levantaba del suelo –la joven que resultó herida–, pero a otras tres no las volvieron a ver.
El Centro de Atención ás Emerxencias –112 Galicia– recibió el aviso del incidente cerca de las 18.40 horas, por lo que movilizó a diferentes medios, como es el caso del GES de Mugardos, las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de Valdoviño y Mugardos y Salvamento Marítimo, que envió de inmediato al lugar de los hechos un helicóptero y la patrullera SAR Gavia.
El operativo de búsqueda se prolongó durante varias horas, con dos helicópteros relevándose cada 40 minutos, sin resultado positivo.
A las nueve y media de la noche se retiraron los medios aéreos y también la embarcación de Salvamento Marítimo, estando previsto que a primeras horas de la mañana de hoy se reanude la búsqueda.
El espectáculo en la zona era realmente dantesco, con olas que al chocar contra los acantilados levantaban nubes de espuma hasta una altura de 30 y 40 metros, que después caían sobre la gente concentrada en la zona como si se tratase de lluvia.
Pese a la adversidad meteorológica, en la explanada del faro se concentraron centenares de personas, mientras que la Guardia Civil, Protección Civil y la familia de los desaparecidos se encontraban en las proximidades del lugar de la tragedia.
El alcalde de Valdoviño, José Antonio Vigo, estuvo siguiendo el operativo de búsqueda “in situ” hasta que se retiraron todos los medios.
Según testimonios recogidos en la zona, la esposa de Juan Bedoya se encontraba en las proximidades cuando la ola se los llevó, al lado de un vehículo Nissan Patrol en el que, al parecer, se habían desplazado hasta allí, por lo que presenció todo lo ocurrido.
Algo nunca visto
Un vecino de Meirás, Alberto Pérez, manifestó a este periódico que nunca en su vida había visto el mar tan embravecido. Este hecho concitó la presencia de numerosas personas en la zona a lo largo de toda la tarde, para presenciar y en la mayoría de los casos fotografiar unas olas que al batir contra las rocas de los acantilados levantaban montañas de espuma que llegaban a superar la altura del faro de A Frouxeira.
Otro tanto ocurrió en la playa de Valdoviño, en la que, según vecinos, la cantidad de curiosos que se acercó al paseo marítimo superó a las cifras de los mejores días de playa del verano.
Los efectos del fuerte temporal de mar también dejaron huella en otros arenales de la comarca de Ferrol, como es el caso de Doniños o Ponzos, donde el oleaje cubrió gran parte del sistema dunar.