Las floristerías viven estos días jornadas frenéticas con la celebración de los días de Todos los Santos y Difuntos y los profesionales de este sector preparan con esmero jardineras y coronas para decorar los nichos y honrar la memoria de los seres queridos.
Desde el establecimiento Flor de Abril, en la calle de Posse de A Coruña, comentan que los reyes indiscutibles estas semanas son el crisantemo y el clavel. Hay quien elige otro tipo de flores más exquisitas y coloridas, al estilo de las que se usan para colocar en los jarrones en casa, pero esas dos variedades siguen siendo las “número uno”.
La pandemia, explica el personal de Flor de Abril, no ha afectado en gran medida a la hora de disponer de todo tipo de flores en la tienda, aunque reconocen que se ha notado la falta de colores en las rosas. La campaña de Difuntos es la más fuerte del año para este tipo de negocios, junto con el Día de la Madre, y a ella se agarran todas las floristerías para salvar un año que no ha traído demasiadas alegrías.
A la hora de comprar flores en las tiendas el protocolo es similar al de otros locales, con límite de aforo en el interior, uso de mascarilla y limpieza de manos en la entrada. Eso provoca estos días algunas colas a las puertas de los establecimientos.
Algo que sí se ha notado tras el confinamiento, apuntan las floristas, es la necesidad de la gente de “tener las casas bonitas”. Al pasar más tiempo en los domicilios se invierte más en decoración de espacios, con más ramos y plantas por diferentes estancias y renovación de mobiliario.