El fiscal cree que el hombre que quemó a su bebé en Paderne planeó el crimen

El fiscal cree que el hombre que quemó a su bebé en Paderne planeó el crimen
betanzos rindió homenaje al niño fallecido en octubre de 2010

Lejos de entender la muerte del bebé que la Guardia Civil encontró, en octubre de 2010, calcinado dentro de una furgoneta en una carretera de Paderne como un intento de suicidio de su padre, la Fiscalía ve el parricidio como un asesinato perpetrado con premeditación, alevosía y ensañamiento.

El escrito de acusación, que el lunes le será leído en la Audiencia al tribunal popular que se encargará del enjuiciamiento durante toda la semana, destaca que el día anterior a la muerte de su hijo de 14 meses, el autor confeso “ideó y planeó” el crimen y a ese fin adquirió la bombona que usaría para incendiar su vehículo con el niño dentro. Como subraya el fiscal, el hombre sabía que iba a pasar aquel día con su hijo, en virtud del acuerdo que había firmado con la madre para regularizar las visitas desde la ruptura de la pareja, tres meses antes.

 

"justo pegada"

En la reconstrucción que ofrece la Fiscalía, el acusado colocó la botella de gas en el maletero, en el lado izquierdo, y la sillita portabebés en el asiento trasero, del lado derecho. Según esta tesis, después de circular durante horas por carreteras de Paderne, se bajó del vehículo, abrió el maletero y abatió el asiento trasero izquierdo, para poder colocar la bombona “justo pegada” a la silla del niño. Acto seguido abrió la llave y encendió un mechero, lo que hizo que el coche comenzara a arder, “lo cual provocó que el bebé estuviera expuesto a fuego directo, que provocó los fenómenos de carbonización, desestructuración y destrucción del cadáver” de forma inmediata.

Avisó por teléfono de que “tenía una bombona en el coche y lo iba a volar”

Bajo esta premisa, el Ministerio Público entiende que el padre “aumentó de forma deliberada el sufrimiento de su hijo”, además de actuar con premeditación. En este sentido, en el escrito de conclusiones hace constar que aquella tarde, el hombre había llamado varias veces a su expareja para comunicarle, en un primer momento, que “no iba a volver a ver a su hijo” y, poco antes de la muerte, que iba a matar al niño y que tenía una bombona de gas abierta en el coche, que iba a volar si se acercaba una pareja de la Guardia Civil.

 

crisis emocional

Distinta es la interpretación que hace la defensa, que en el juicio buscará la libre absolución con el argumento de que el acusado no era dueño de sus actos a causa de la “crisis emocional” que atravesaba tras la ruptura con la madre de la víctima.

El escrito de defensa recoge que durante toda la jornada, el hombre que ocupará el banquillo estuvo telefoneando a su expareja y a varios amigos, con el único fin de llamar la atención, y plantea que decidió quitarse la vida, y acabar también con la del bebé, al saber que la Guardia Civil lo estaba buscando.

Según esta tesis, el procesado intentó soltar al bebé de la silla, sin éxito, y fue así como se causó las quemaduras de segundo grado que presentaba. También expone que, al ser hallado por la Guardia Civil, pidió a los agentes que le pegaran un tiro por lo que acababa de hacer. n

El fiscal cree que el hombre que quemó a su bebé en Paderne planeó el crimen

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