El espíritu navideño, esa mezcla de optimismo y sentimiento fraternales hacia el prójimo, parece haber calado hondo en los simpatizantes del movimiento Stop Desahucios, que a principios de diciembre solicitó ayuda al público para pagar los 7.000 euros en multas que aún adeudan los activistas por impedir el desalojo de Aurelia Rey, en febrero de 2013. Héctor Tejón, portavoz de la plataforma, reconoció ayer sentirse muy animado por la reacción social: “Só faltan 1.400 euros para chegar o noso obxectivo, e esperamos obtelos pronto”.
Además del espíritu de solidaridad propio de estas fiestas. el motivo del éxito de la campaña es el uso de la figura de Roberto Rivas como reclamo. El bombero que se negó a colaborar en el desalojo de la octogenaria Aurelia Rey va camino de convertirse en un icono del movimiento antidesahucios después de que colaborara como activista en la protesta por el desalojo de la casa de Álvaro el 27 de noviembre.
Entonces las imágenes de Rivas subido al tejado de la casa de San Vicente de Elviña salieron en todos los medios de comunicación y recorrieron las redes sociales. Rivas también fue multado por su participación en el tumulto que rodeó el intento de desalojo de Aurelia Rey, así que de él partió la idea de esta “campaña de socialización de multas” que tanto éxito está teniendo y de la que se convirtió en su imagen. “Poida que estemos aínda más preto de acadalo”, apuntó Tejón, puesto que a veces tarda en actualizarse la cuenta (ES 81 1550 0001 2100 0067 9324, Fiare banca ética).
caso inminente
Por el momento, todo está muy tranquilo, y desde Stop Desahucios señalan que afortunadamente hay pocos desalojos en el horizonte. Solo les ha llegado un caso en el área metropolitana, la de una mujer que verá su casa subastada en febrero por no haber podido ponerse al día en el pago de la hipoteca. Sin embargo, en la última asamblea de la plataforma acudieron cinco cabezas de familia que tienen dificultades para pagar el alquiler o la hipoteca y que quieren saber cuáles son sus opciones en caso de que suceda lo peor.
“Iso é algo que mellorou bastante: que a xente non acude xa cando lle queda só unha semana e media para o desaloxo, agora veñen a consultarnos ata un ano antes”, reconoció Tejón. De momento, no han llegado más órdenes de desahucio, incluso a aquellos que las están esperando, como es el caso de los cuatro vecinos de San Vicente de Elviña que aún viven en los terrenos al lado de Alfonso Molina, donde se construirán los equipamientos público dentro del proyecto del Parque Ofimático.
Pero los activistas consideran que esta circunstancia se debe al bajón administrativo propio de las fechas navideñas y que antes de mediados de mes la maquinaria volverá a estar a pleno rendimiento, con lo que significa para aquellos que se encuentren en una situación precaria. “Non somos optimistas”, reconocen.
De momento, se ha convocado una nueva manifestación por los desalojos de San Vicente de Elviña. No en Alfonso Molina, como viene siendo habitual, sino en la plaza de Pontevedra. El punto de reunión es la escultura de la paloma, a las siete de la tarde del sábado, y desde allí se marchará hasta María Pita.