Las tarifas del bus urbano para el próximo año todavía están en el aire. El Ayuntamiento, tal y como reconoció ayer el portavoz municipal, Julio Flores, todavía no ha comenzado a negociar las nuevas tasas con la Compañía de Tranvías. Pero sí sabe lo que le va a pedir a la concesionaria del servicio: “Nuestro objetivo es que en 2014 no se repercuta ninguna subida sobre el bonobús social”.
La tarifa, de 33 céntimos, afecta a desempleados, jubilados y discapacitados. El año pasado experimentó un incremento de tres céntimos, al igual que la tarifa para el bonobús escolar, que pasó de costar 30 céntimos por viaje en 2012 a 33 céntimos en el presente ejercicio. De hecho, ninguna modalidad se libró de la subida de precios fijada por la Compañía de Tranvías, desde la tasa ordinaria, que se encareció en 7 céntimos y pasó de 1,20 a 1,27 euros, al bonobús general, que se elevó a 82 céntimos por viaje, frente a los 75 de 2012.
Tras la polémica que se generó hace casi año al conocerse la subida de las tarifas, el Ayuntamiento justificó el incremento en la fórmula polinómica que se emplea para revisar los precios de forma anual, y que se fijó en el contrató de concesión en 1986. De acuerdo con estos parámetros –en los que se tiene en cuenta desde el precio de la gasolina hasta los salarios del personal–, la tarifa ordinaria tendría que haber subido hasta los 1,31 euros, pero el gobierno local negoció con Tranvías para que la compañía se hiciese cargo de cuatro céntimos en cada billete.
Ahora, Flores, al igual que Freire hace una semana, insiste en que los precios se revisarán partiendo de los 1,27 euros, y que el compromiso de Tranvías es que esos cuatro céntimos se asuman todos los años en la actualización de las tarifas hasta el final de la concesión. En el Ayuntamiento creen que esto supondrá un ahorro a los coruñeses de 14 millones de euros.