El paseo marítimo de Cambados de San Tomé pasó el miércoles por la tarde de la tranquilidad al auténtico “caos” en segundos. Así describen los testigos del atropello múltiple lo ocurrido a la entrada del paseo peatonal de la Torre de San Sadurniño y que finalmente se saldó con nueve personas heridas, de las cuales seis fueron atendidas en centros médicos.
El conductor, B.S., de 26 años de edad, natural de Senegal pero residente en Cambados, también presentaba una lesión en la pierna pero leve y poco después del siniestro fue detenido por agentes de la Policía Local porque carecía de permiso de conducir.
De hecho, ese mismo día fue puesto a disposición de la Guardia Civil y pasó la noche en los calabozos del cuartel a la espera de comparecer ante el juez. Lo hizo ayer por la mañana, en un juicio rápido ante el titular número 2 de Cambados que le imputa dos delitos: uno contra la seguridad vial y otro de lesiones por imprudencia grave.
El joven permaneció en el interior de las dependencias durante varias horas y lo abandonó cerca de las tres de la tarde en compañía de su abogado. Quedaba en libertad con cargos aunque con la obligación de comparecer diariamente y se le ha retirado el pasaporte, al considerar que existe riesgo de fuga.
Tras el atropello declaró haber confundido el pedal del freno con el del acelerador. Sin embargo, testigos presenciales relataron que realizaba maniobras “extrañas”. Es más, uno de los presentes indicó que llegaron a pensar que estaba “de broma” pero lejos de serlo, acabó empotrándose contra el paseo marítimo, derribando los bloques y tirando al mar a un grupo de turistas que están pasando unos días en la villa, quedando el Volkswagen Golf que conducía suspendido sobre el mar.
El animador del Hotel San Marcos estaba allí y ayer declaraba que sintió lástima por B.S. “Estaba llorando, muy nervioso. No es un asesino. No obstante, entiendo que las víctimas pidan responsabilidades”, declaró respecto a que la acciones le ha complicado la vida.