¿Es el Compostela, como dicen las quinielas, un candidato al título o, al menos, al playoff? En cuarenta y cinco minutos, el Fabril, máximo favorito esta temporada, le dio un auténtico repaso. El recital personal de Óscar Pinchi, que metió los cinco goles de su equipo, quedará grabado en el recuerdo histórico del filial blanquiazul. El Compos dio la cara en la primera parte y se desconectó totalmente tras el descanso.
Al Fabril le faltó ritmo e iniciativa en los primeros cuarenta y cinco minutos. El equipo de Cristóbal Parralo trató de asumir el control, pero lo hizo sin grandes alardes ante un Compostela plagado de bajas (Santi Taboada, Make, Martín, Santi Gegunde…). En buena medida, el filial no estuvo lo cómodo que le gustaría porque el Compos trató de dificultarle todo lo posible su fase de creación.
¿Qué hizo bien el Compostela? La presión. Estructurado en un 1-4-2-3-1 de partida, el conjunto santiagués supo modificar su esqueleto para igualar, entorpecer y frenar los ataques locales. Solo Borja Galán estuvo a un nivel óptimo. Pinchi, que actuó como delantero centro, y Jorge Carreón, el mediapunta, apenas entraron en juego en el primer acto. Eso sí, aparecieron en la acción más importante: el 1-0. El atacante boliviano, cerca del pico del área, dividió a Cabrejo para hacer efectivo el dos contra uno con Fornos, que tiró de profundidad para, casi desde la línea de fondo, meter el balón en boca de gol, donde llegó Pinchi para llevar el cuero hasta el fondo de las mallas.
No tiró la toalla un Compostela combinativo y vistoso con los tres jugadores del medio (Samu, Alberto y, sobre todo, Tomás) muy activos y con movilidad para encontrar fórmulas para jugar en campo contrario. En la espalda de Quique Fornos divisó el camino. La pelota llegó detrás del lateral derecho fabrilista, donde corrió Mitogo -en posible fuera de juego- para conducir en diagonal hacia la portería y soltar un zurdazo cruzado que acabó con la bola (1-1) dentro del marco.
explosión total
El paso por vestuarios desconectó al Compos y le sirvió al Fabril para cargarse de energía. La superioridad blanquiazul fue total en el segundo tiempo y el portero Anxo apenas entró en contacto con el balón. Queijeiro se cargó el equipo a la espalda en la construcción del juego y Pinchi asumió el protagonismo para resolver con cuatro goles en menos de cuarenta minutos.
Hugo Rama, en la primera parte tirado a la derecha, intercambió la posición con Carreón para jugar detrás del delantero. Desde ahí, entre líneas, metió (min.48) el balón a la espalda de los centrales (David Rey y Mon -Cardeñosa se quedó en vestuarios-) para que Pinchi corriese con ventaja y encarase a Lucas. Movió el balón hacia la izquierda y, a puerta vacía, empujó (2-1) con la zurda.
Ni diez minutos pasaron desde el segundo al tercero del Fabril: entrada de Lucas por la banda izquierda y centro tenso que llegó hasta Pinchi que, desde el segundo palo, soltó la zurda para que el balón, después de impactar en el larguero, acabase superando (3-1) la línea de gol.
El baño deportivista estaba siendo más que considerable ante un Compos que no era capaz de salir de su parcela de campo con el balón medianamente controlado. El cuarto de Pinchi y del Fabril pudo llegar a los veinte de la segunda mitad. Queijeiro dejó al ‘7’ ante Lucas, saliendo ganador del mano a mano el portero, que desvió a córner ante el intento de vaselina.
Con paciencia, ideas y ganas de seguir atacando llegaron el cuarto, en una espectacular jugada combinada que terminó con taconazo de Queijeiro, y el quinto, el del repóker de Pinchi.