El escritor Salman Rushdie, que hoy ha presentado en Barcelona su última novela "Dos años, ocho meses y veintiocho noches", ha bromeado, a preguntas de los periodistas, con que "no es divertido" ser el "eterno candidato" al Premio Nobel de Literatura, tras conocerse que lo ha obtenido Svetlana Alexiévich.
En una rueda de prensa en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), Rushdie se ha pronunciado en estos términos cuando se le ha pedido su opinión sobre el hecho de que su nombre esté siempre en las quinielas de los posibles ganadores, aunque acaben concediéndolo a otros autores.
En tono distendido, Rushdie ha indicado que tampoco está mal pertenecer al mismo grupo de otros escritores que no lo han ganado, como Jorge Luis Borges, quien, ha recordado, "cada vez que llegaba el día decía que el comité del Nobel había convertido en costumbre no dárselo". "Por tanto -ha proseguido- ya me está bien estar en la sala de los rechazados".
Sobre la autora bielorrusa, no ha escondido que conoce poco sobre su obra, aunque sí que "tiene un texto extraordinario sobre Chernóbil".
A su juicio, lo que tiene de bueno este galardón es que "da a conocer a un público amplio a autores poco conocidos, como me pasó a mi con la poeta polaca Wislawa Szymborska".
Por otra parte, el autor de "Los versos satánicos" ha desvelado durante el encuentro que hace unos años el canal de televisión Showtime le ofreció escribir una serie de televisión con capítulos de sesenta minutos de duración de "ciencia-ficción pura".
Sin embargo, tras dedicarse al proyecto y trabajar en el capítulo piloto, la compañía le hizo saber "que no tiraba adelante, aunque no dijeron por qué".
Por este motivo cree que no volverá a tener contacto con el mundo del cine y Hollywood, a pesar de que, "cada día del año alguien allí te dice que lo que escribes es lo más brillante que ha leído nunca y que están muy comprometidos con el proyecto, pero luego no se ejecuta".
A pesar de ello, la experiencia le sirvió para armar su nueva novela y para reflexionar sobre el concepto de mundos paralelos.
Como ya ha hecho en los últimos días durante su estancia en España, con paradas en Madrid y Barcelona, el escritor se ha referido esta tarde a su último título -publicado por Seix Barral y Proa en catalán- como su novela más "loca y divertida".
Asimismo, cree que viene de la tradición de las historias que se explican en Oriente y, a la vez, de la tradición surrealista europea. "Siempre he estado muy influido por las películas de Buñuel, por esa tradición de explicar las historias del mundo real de una manera extraña, pero que puede hacerlo ver todo de forma más clara".
Distendido, ha recordado que ha viajado en varias ocasiones a Barcelona, siendo uno de sus mejores recuerdos el día en que pudo asistir a un partido de Champions en el que el Barça de Ronaldinho venció al Werder Bremen alemán y, al finalizar, le regalaron "una camiseta con el número 10 y el nombre Rushdie.
"Así que si necesitan a un jugador, estoy disponible", ha bromeado en medio de una amplia sonrisa.
Al acabar el encuentro, se le ha inquirido sobre la fatua que instaba a su ejecución y lo ha comparado con "una enfermedad que tuve hace 27 años, de la que me recuperé hace 16. Ya no pienso en ello y, utilizando los términos del tiempo del cólera, ahora ya no tengo cólera. Llevo una vida completamente normal y sólo hablo de ello si me preguntan los periodistas, por lo que me parece que pronto dejaré de hablar con los periodistas".