El director del FBI, Christopher Wray, informó ayer de la detención de más de cien personas sospechosas de participar en el asalto al Capitolio la semana pasada, en la que una turba de fanáticos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asaltó la sede del Poder Legislativo en Washington.
“Nuestra postura es agresiva y se mantendrá así durante la toma de posesión”, enfatizó Wray en relación a la cercana investidura del presidente electo, Joe Biden, el día 20, durante una rueda de prensa celebrada ayer en la que estuvo presente el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Wray, cuyo bajo perfil tras el asalto fue ampliamente criticado por algunos de los anteriores responsables del FBI, explicó que entre esas “otras actividades” que están investigando están “una gran cantidad de conversaciones preocupantes” en redes sociales en relación a la toma de poder
de Biden.
“Cualquiera que planee o intente cometer actos violentos en la próxima semana debería contar con una visita”, advirtió Wray, quien afirmó que, en colaboración con el resto de agencias de seguridad estadounidenses, harán “todo lo posible para garantizar una transición de poder sin problemas”.
Después de las críticas recibidas por la escasa seguridad del Capitolio la semana pasada cuando se estaba llevando a cabo una sesión para confirmar el triunfo de Biden en las presidenciales de noviembre, en especial comparándola con la desplegada durante las manifestaciones del movimiento “Black Lives Matter”, las autoridades reforzaron las medidas ante la posibilidad de nuevos disturbios.
Unos 21.000 efectivos de la Guardia Nacional han sido ya desplegados en Washington y varias calles en torno al Capitolio han sido ya cerradas.
Por su parte, el vicepresidente Pence insistió en que la actual Administración Trump facilitará una transición de poder “ordenada” y una investidura “segura”, ya que “el pueblo estadounidense no merece menos”.
A pesar de esto, ayer se conoció que Donald Trump se desplazará durante la mañana del miércoles próximo a su club Mar-a-Lago de Florida para pasar sus últimas horas como presidente de EEUU.
El republicano ya había anunciado que no asistiría a la toma de posesión de Biden, prevista para el 20 de enero, una ruptura histórica con la tradición, después de pasar meses haciendo acusaciones infundadas de fraude electoral en un intento de deslegitimar la presidencia de Biden.
El diario “Palm Beach Post” se hizo eco de la posibilidad de que Trump realice un acto proselitista al tiempo de la posesión de Biden para anunciar su campaña 2024.
Por otra parte, la gran mayoría de los estadounidenses repudia el asalto al Congreso perpetrado por seguidores de Donald Trump el 6 de enero y el 57 % opina que el presidente es su responsable, según una encuesta del diario
“The Washington Post” y la cadena de televisión ABC que fue publicada ayer.