Lo habitual en las bibliotecas es que se exija silencio. Sin embargo, en la de Elviña se hizo una excepción ayer para acoger a dos artistas singulares: Luis O Caruncho y Pinto de Herbón, que celebraron un taller de regueifas (improvisación en verso). Normalmente se celebran estas clases en colegios e institutos, ante docenas de estudiantes, pero ayer fueron solo tres personas las que se presentaron para escuchar los secretos del arte gallego de la regueifa, los desafíos en verso que son la máxima expresión de la retranca gallega.
Durante una hora y media desentrañaron ante su reducida audiencia los secretos de los octosílabos, el pareado y la copla, las bases de la regueifa, las artes menores y mayores y el leixaprén, el recurso imprescindible para recoger el guante del versificador rival, que consiste en repetir el último verso que este ha recitado. Todo, al ritmo de la zanfona que tocaba O Caruncho.
tradición
Esta pareja lleva más de diez años impartiendo esta clase de talleres, con el objetivo de revivir una tradición que se está perdiendo. Es por eso que visitan sobre todo colegios, celebrando concursos de regueifas en las que participan docenas de niños. “Calviño, o apóstolo da regueifa nos dixo unha vez que morrerá se non se leva o sitio onde están os nenos”, recuerda Pinto.
De hecho, la actividad de ayer estaba pensada también para “a mocidade urbana” pero parece que, si bien la regueifa va a los jóvenes, los jóvenes no siempre están dispuestos a acudir a la regueifa, porque las tres personas que acudieron eran adultos. Todos juntos elaboraron varias coplas, fruto de la improvisación y del carácter de cada uno: “Isto, sobre todo, é unha festa.
Poco a poco, los versos salían. “Nada máis erguereme cedo / non sachei unha pataca / veu miña nai pola porta / e ofreceume unha estaca”. O también. “Xa estamos discutindo / non che quito a razón / este non é un pais cativo / e un estado de nacións”. Los dos artistas enseñaron, sobre todo a improvisar con cualquier cosa que vieran: “É un estado de nacións / iso dixo o xornalista/chegou un pouquiño tarde / pero inventando é un artista”.