El Ministerio de Defensa procederá a ejecutar el desalojo “forzoso” de la Fábrica de Armas en un breve período de tiempo si la exconcesionaria de los terrenos, Hércules de Armamento, no los abandona cuanto antes y la justicia no lo remedia. Después de meses de cruces de recursos y escritos, el departamento del Gobierno central quiere cerrar el capítulo que se inició en 2013 con la cesión para poder cerrar el acuerdo con la Universidad que dé lugar a la Ciudad de las TIC.

Después de que el Ministerio de Defensa diese un ultimátum a Hércules de Armamento para dejar por las buenas la antigua Santa Bárbara a mediados de este mes y de que la empresa hubiese presentado un escrito alegando a esta decisión a escasos días de que terminase el plazo para el traslado, que tenía como tope el día 21 a las 23.59 horas, ahora tiene claro que quiere dar por finalizado el proceso lo antes posible.

A pesar de que la documentación presentada por los servicios jurídicos del encargado del grupo, Ramón Mejuto, ante el departamento que dirige Margarita Robles y de la paralización de los tiempos hasta que hubiese respuesta, desde este último explicaron ayer a este diario que “en la actualidad se han finalizado todos los trámites administrativos para proceder al desahucio de la anterior concesionaria por lo que es previsible que se proceda a la ejecución forzosa de la resolución de desahucio en un breve periodo de tiempo”.

Por ahí pasan los planes de Defensa pero con puntualizaciones porque podrían quedar parados nuevamente si hay una “resolución judicial ordenando la suspensión” de toda la tramitación, que lleva meses en marcha debido a que la ya exconcesionaria no hacía frente al pago del canon por la explotación del complejo.

Sin servicios
Pese a acabar en una situación en la que en la Fábrica de Armas no hay trabajadores –no se les pagaban sus salarios, ni tampoco a la firma encargada de la seguridad– ni tampoco servicios básicos como el agua o la luz, el responsable de Hércules de Armamento insistía la semana pasada en que su proyecto para crear puestos de trabajo en A Coruña y beneficiar a toda la ciudad todavía podía salir adelante. Desde su punto de vista, no fue capaz de impulsarlo antes por la supuesta “persecusión” que habría sufrido por parte del anterior comité de empresa, una acusación que desde este negaron.

Por su convicción de que la iniciativa tiene futuro, mostró en una entrevista radiofónica en la Radio Galega, había entregado el escrito en Madrid. Incidió en que el plan previsto para reflotar las naves de la factoría es perfectamente compatible con la Ciudad de las TIC porque hay mucho espacio.

Pero esa convivencia no parece estar en los planes del Gobierno central. Mientras fuentes de la Universidad consultadas ayer sobre el nuevo retraso para el desalojo evitaron pronunciarse al respecto, desde la capital indicaron que será una vez que la infraestructura esté libre cuando puedan “culminarse las negociaciones con la Universidad de La Coruña, para poder otorgar la concesión demanial para que la Universidad pueda encargarse de la gestión de las instalaciones de la Fábrica de Armas”. Mientras todo esto sucede, apenas hay movimientos a las puertas de Santa Bárbara más allá de que a veces aparezcan uno o dos turismos aparcados delante.