Parte de la valla que separaba el puerto del resto de la ciudad, y que fue retirada para poder acometer las obras del túnel de La Marina, no se volverá a reponer. Al menos, no aparece recogida en el proyecto de la superficie diseñado por el arquitecto Luis Collarte, que asegura que el objetivo de su propuesta es “eliminar obstáculos” de forma progresiva para “llegar al mar”.
Para poder acometer las obras del túnel fue necesario retirar el muro que separaba Palexco y los Cantones Village, ubicados en territorio portuario, de la avenida de Alférez Provisional. Pese a que en la revisión de la dirección xeral de Patrimonio del proyecto del subterráneo se ordenaba la recuperación de la valla por ser un elemento protegido –aunque, eso sí, en otro lugar diferente al original–, el proyecto de Collarte para superficie solo contempla la recuperación “integral” de una parte, mientras de la mayor parte de la valla quedará solo “la huella de su pasado”.
Para mantener ese “recuerdo” asegura que “la traza” por donde discurría el muro “quedará fijada en el pavimento”. Su recorrido será recreado para mantener esa parte de la historia coruñesa. El encargado de diseñar la nueva fachada marítima entiende que la valla del puerto “nació con unos motivos que en la actualidad no existen”, y considera “absurda” esa separación física entre un espacio portuario destinado al ocio, como es el caso del palacio de congresos y el centro comercial, y el resto de la ciudad. Destaca, además, que con la remodelación de La Marina, el Ayuntamiento busca acercar la ciudad al mar, además de incrementar el espacio para los peatones, que alcanzará los 52.000 metros cuadrados.