No fue una, sino varias las violaciones que un residente en Arteixo denunció en noviembre de 2009 ante la Guardia Civil. Aquellas agresiones llegan el próximo mes a la sala de vistas, pero quien ocupará el banquillo no será el hombre al que el denunciante señalaba como su atacante sexual, sino él mismo, como autor de un delito de denuncia falsa que puede costarle más de un año de cárcel y cerca de 12.000 euros, entre multas e indemnizaciones.

La acusación de la Fiscalía llega después de que la supuesta víctima confesara durante el proceso de instrucción que todo había sido una invención, que el supuesto violador era en realidad un amigo con el que nunca había mantenido relaciones sexuales y que también era falso que este se dedicara al tráfico de estupefacientes, como había llegado a afirmar al presentar una de sus denuncias.

Antes de llegar a ese punto, el procedimiento judicial ya había tenido consecuencias para el denunciado, que pasó 11 días entre rejas, hasta que la jueza instructora acordó levantar la medida preventiva y dejarlo en libertad, después de varias incomparecencias del denunciante para ratificar ante ella el relato de los hechos denunciados.

Tal como refleja el escrito de acusación, lo que había contado el hoy procesado en dependencias de la Guardia Civil de Arteixo es que su conocido lo había ido a buscar a casa el día anterior, para invitarlo a “dar una vuelta” y consumir droga; según afirmó entonces, estando aparcados en un descampado, su conocido sacó de la guantera un cuchillo de grandes dimensiones con el que le obligó a desnudarse y mantener con él relaciones sexuales completas.

Según la denuncia, aquella no era la primera vez que sufría una agresión de este tipo, aunque nunca había denunciado “por miedo”, y tampoco sería la última, ya que dos días más tarde, el acusado volvería a presentarse en el cuartel para dar cuenta de un nuevo episodio, muy similar al ya relatado.

por la fuerza

Ese mismo mes, señala el fiscal, la jueza instructora lo llamó a testificar en varias ocasiones, pero el hombre no se presentó, pese a haber sido citado de forma personal. No comparecería en el juzgado hasta cuatro meses después, conducido a la fuerza por la Policía. Fue entonces cuando desmintió las acusaciones y señaló que lo único que había hecho su acompañante era masturbarse en su presencia.

El Ministerio Público sostiene que desde el principio, el acusado fue consciente de que estaba mintiendo a la autoridad, y en este sentido le culpa de un delito de denuncia falsa, por el que solicita 15 meses de cárcel más una multa de 5.400 euros, y una indemnización de 6.000 euros en favor del injuriado. n