El Gobierno local consiguió pagar en tiempo a sus proveedores durante el pasado diciembre y podría repetirlo este mes, pero la previsión indica que volverá a haber nuevos incumplimientos hasta el segundo semestre, cuando se espera que se estabilice el pago de facturas en tiempo.
Los 22 días de media que tardó el Ayuntamiento en hacer frente a sus facturas con proveedores suponen la primera vez por debajo del límite de 30 jornadas establecido por el Ministerio de Hacienda, una marca que no se rebajaba desde enero del año pasado.
Esta reducción se debe a aspectos económicos propios del cierre de un ejercicio y que podrían tener continuidad en los datos de este mes, aunque posteriormente se espera que el índice vuelva a superar los 30 días.
22 DÍAS
tardó de media el Ayuntamiento en pagar a sus proveedores durante el pasado mes de diciembre.
El motivo es que están pendiente de adjudicar grandes contratos como el de la recogida de basura o el de la limpieza viaria, que entre ambos suponen cerca de 30 millones de euros al año y que en estos momentos se encuentran vencidos, por lo que sus facturas se pagan con reparos de intervención.
A estos contratos vencidos hay que sumar muchos otros y servicios que están pendientes de nuevas licitaciones. El concejal de Hacienda y Economía, José Manuel Lage, detalló en el pleno municipal de la semana pasada que en noviembre se había pasado de 253 a 227 casos.
Las modificaciones introducidas en el área de contratación desde la llegada del nuevo Gobierno local están dirigidas tanto a aliviar esta situación como a hacer que la tramitación de los contratos sea más ágil para que no se repitan situaciones de retraso en el pago a proveedores.
Los incumplimientos en este indicador fueron una constante durante el pasado mandato, de la Marea, y continúan en los primeros meses del actual, ya que no es una situación que se pueda revertir en poco tiempo.
Desde el Gobierno municipal cuentan con que en el segundo semestre del año se esté de manera continuada por debajo del límite de 30 días marcado por Hacienda. Esto será posible con la adjudicación y entrada en vigor de los grandes contratos, algo que se prevé para el primer trimestre del año, y la reducción de las prestaciones sin servicio.
Entre las consecuencias de incumplir con el pago a proveedores está la imposibilidad de destinar el dinero del superávit a Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS).