La feria medieval permanecerá en la Ciudad Vieja a pesar de las reclamaciones de la asociación vecinal de este barrio para que se traslade a otro lugar.
“Después de 26 años de celebración de la Feira das marabillas no entra en la agenda de este Gobierno cambiar su ubicación”, así de contundente se mostró la alcaldesa, Inés Rey, al ser cuestionada sobre este asunto.
El Ejecutivo local entiende que se trata de un evento que “atrae al turismo, dinamiza la zona centro y la zona comercial en la Ciudad Vieja”, por lo que no hay razones para mantener una tradición coruñesa que el verano pasado cumplió 25 años.
A pesar de que en la agenda del Ayuntamiento no está un posible cambio de ubicación, la alcaldesa abrió la puerta a “corregir si hay alguna deficiencia que cause un problema grave a los vecinos”.
Inés Rey defiende que las molestias que la presencia de la Feira das Marabillas pueda causar a los vecinos de la Ciudad Vieja durante los “cuatro o cinco días” que dura el evento se pueden mitigar entre todos e hizo un llamamiento a la tolerancia. Además, recordó que en verano también hay otros eventos de carácter puntual que pueden ocasionar alguna molestia como los conciertos en la plaza de María Pita pero que con cierta comprensión se llevan a cabo sin problemas.
Los comerciantes se oponen a la petición de los residentes por la repercusión positiva que genera la feria
El presidente de la asociación de vecinos Ciudad Vieja “María Pita”, Pedro Roque, tras una asamblea en la que contó con el apoyo de otros habitantes del barrio, solicitó por registro que la feria se traslade a otro lugar, lo que provocó una reacción de rechazo entre los comerciantes de esta zona de la ciudad.
El presidente vecinal defiende que este acontecimiento “no es sostenible e incumple todos los criterios legales, además de ser agresiva con los jardines y el patrimonio de la zona”. Esta postura ya la defendió el mes pasado durante un pleno por medio del Escaño Ciudadano.
Ante la controversia que provocó su petición entre los comerciantes de la Ciudad Vieja, Pedro Roque asegura que su petición no va en contra de los dueños de negocios de la zona, sino que quiere que el evento se celebre si cumple los requisitos legales, algo de lo que se tiene que encargar el Gobierno local.
La entidad vecinal asegura que las molestias que causa la celebración de este evento provoca que muchos habitantes de la Ciudad Vieja se marchen de vacaciones durante estas fechas o tengan problemas para entrar y salir de sus domicilios. Además, consideran que es uno de los elementos responsables de la despoblación del barrio, que cuenta con más de un tercio de sus viviendas vacías.