El BNG parece no terminar de superar su crisis interna, y no lo hará como mínimo hasta hoy, cuando Encontro Irmandiño celebra la asamblea en la que decidirá si su futuro político sigue ligado a las siglas del Bloque o si inicia una nueva andanza al margen del paraguas de la formación frentista. La dirección de esta corriente, con Xosé Manuel Beiras a la cabeza, ya avanzó esta semana su inclinación hacia la segunda opción, lo que convertiría a los irmandiños en la primera familia del BNG que abandona el barco, a la que podría seguir los pasos Esquerda Nacionalista. Sin embargo, la salida de los irmandiños supondría un duro golpe para el BNG, puesto que el peso político y entre los militantes de esta corriente es muy superior a las de las demás que han insinuado su posible escisión. La salida de Encontro Irmandiño supondría la pérdida para el BNG de varias alcaldías como al de Teo, cuyo regidor Martiño Noriega es miembro de esta corriente, además de simbolizar un nombre muy relevante dentro del municipalismo gallego. La decisión la tomará hoy la asamblea irmandiña, y se produce después de que los militantes del BNG no apoyasen mayoritariamente el proyecto que Beiras quería liderar en la formación. Por su parte, el Máis Galiza de Carlos Aymerich, con quien concurría EI, no tiene intención de dejar el BNG, pese a no haber sido elegido.