Equipo de Seprona de la Guardia Civil, en el marco del plan de acción contra el tráfico ilegal y el furtivismo internacional de especies silvestres, procedió a la aprehensión de nueve piezas talladas de marfil africano por contrabando. La investigación se inició cuando la Guardia Civil detectó que estas figuras estaban a la venta por 10.000 euros en un conocido portal de internet, dedicado mayoritariamente a la comercialización no profesional. Los agentes localizaron a la mujer que las ponía en venta y se incautaron de las piezas, que a día de hoy están depositadas en las instalaciones de Aduanas.
El lote estaba compuesto por nueve piezas decorativas, todas fabricadas con colmillos de elefante africano, cuya comercialización está regulada en la legislación Cites, de aplicación en España y por tratarse de una especie en grave peligro de extinción.
Cuando los agentes del Seprona localizaron a la propietaria de las tallas, esta no pudo aportar ninguna documentación que acreditase que aquellas obras de arte eran legítimamente suyas, así que los guardias civiles levantaron un acta por contrabando. En este caso, por realizar operaciones de comercio con especímenes, ya sea fauna o flora silvestre (o partes suyas, o productos) que están recogidos en el convenio Cites.
La infracción por contrabando es administrativa, según el Reglamento (CE) número 338/97, del Consejo, de 9 de diciembre de 1996, según fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil.
Desencuentros
El tráfico ilegal y el furtivismo de especies silvestres se ha convertido en una de las actividades ilícitas organizadas más lucrativas a nivel mundial. Su magnitud es difícil de cuantificar con exactitud, pero distintas fuentes estiman que los beneficios procedentes de ese tráfico se sitúan, cada año, entre 8.000 y 20.000 millones de euros.
El tráfico ilegal y el furtivismo afecta a un amplio abanico de especies protegidas, como los elefantes y rinocerontes, los corales, los tigres o los grandes simios.
En el caso del comercio ilícito de marfil, este se ha duplicado con creces desde 2007 y es más de tres veces superior al de 1998. El Convenio Cites sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, del cual España forma parte desde el 16 de mayo de 1986, regula el comercio de especies amenazadas y busca preservar su conservación a través de permisos oficiales de exportación en el país de origen.