Ya habían sido identificadas en fotografías y ayer, las dos mujeres detenidas a finales de mayo como autoras de los asaltos de los que fueron víctimas ese mes dos octogenarias en sus viviendas de O Ventorrillo y la Sagrada Familia fueron reconocidas por una de las denunciantes en la rueda que tuteló el juzgado de instrucción número 6, encargado de investigar uno de esos robos.

Se trata, en concreto, el que sufrió la residente en un inmueble de la calle del Monasterio de Caaveiro, cuando dos desconocidas se colaron tras ella en su portal y le arrebataron a tirones las cadenas que llevaba al cuello y las pulseras, justo cuando se disponía a subir en el ascensor.

Las delincuentes se llevaron sus joyas tras hacerse pasar por vecinas del edificio

Las dos sospechosas –ambas de etnia gitana, de 29 y 37 años y residentes en la ciudad y en Vigo, respectivamente– están en prisión preventiva desde hace cinco semanas, después de que las dos víctimas aportaran a la Policía Nacional una descripción detallada sobre su fisionomía. Las dos cuentan con antecedentes penales por delitos contra el patrimonio, similares a los robos con intimidación que ahora se les imputan en atención a las últimas denuncias, que investigan en paralelo los juzgados de instrucción 5 y 6.

seguimiento

Después de señalarlas en la rueda celebrada en el juzgado de guardia, la denunciante llamada ayer a declarar, de 84 años, detalló al juez que se encarga del robo en O Ventorrillo el modo en que las delincuentes la abordaron cuando entraba en casa. Según relató, ya antes de llegar al portal notó que dos personas la estaban siguiendo, así que cuando las dos mujeres la siguieron dentro del descansillo sospechó y les preguntó a qué piso se dirigían. Según este testimonio, las desconocidas afirmaron ser vecinas del inmueble, para acto seguido arrancarle las pulseras y cadenas y darse a la fuga.

Parecido fue el modo en que fue asaltada unos días antes la primera de las víctimas, una mujer de 86 años, en su piso de la calle de San Sebastián. En esta ocasión, las desconocidas se colaron con ella en su portal cuando esta entró en casa y subieron en el ascensor. Lograron entrar en su piso con la excusa de beber un vaso de agua y, ya dentro, la despojaron de las joyas que llevaba puestas, en este caso una pulsera, una cadena y un anillo, y de 40 euros en metálico. Antes de que la víctima pudiera alertar a los vecinos, las ladronas escaparon escaleras abajo.

recuperado

El botín fue íntegramente recuperado y devuelto a sus propietarias. Según informó la Policía Nacional tras las detenciones, las delincuentes se deshicieron de él en un negocio de compraventa de oro. Antes, para evitar la identificación de las piezas robadas, desmontaron las joyas que luego ofrecieron a la venta. n