Bajo la atenta mirada de la Virgen de la Milagrosa de Elviña, unas cuarenta personas solicitaron ayer que no se privatice la sanidad pública justo al lado del centro de atención primaria del barrio. La concentración, que se repite cada jueves desde hace casi un año, tiene cada vez mayor apoyo de la ciudadanía.
Una parte importante del personal del Centro de Salud de Elviña-Mesoiro volvió a citarse ayer a las 11.00 horas a las puertas de la iglesia del barrio para mostrar su disconformidad con los sucesivos recortes que sufre el sistema sanitario. “La protesta empezó por iniciativa de los trabajadores del centro para recordar que la sanidad está como está y que va de mal en peor”, confirmó una de las representantes de la plantilla.
Entre sus quejas están los recortes salariales y los de trabajadores. “No se cubren bajas y cada vez apuras más con los pacientes porque los tienes que atender a todos; esto merma la atención”, afirmó una doctora, que concretó que la reivindicación no es solo para ese lugar de trabajo sino en general. También preocupan las futuras generaciones de sanitarios que se unieron a las reivindicaciones –el centro desarrolla un programa docente– y que consideran incierto su futuro en vista de que no se amplían los cuadros médicos.
Por su parte los pacientes que se fueron sumando a las críticas –la mayoría jubilados– dicen no ser atendidos correctamente. “Tenemos que esperar mucho por los especialistas”, “meten a mucha gente en las salas de espera” o “hay escasez de personal en el centro” fueron los lamentos más escuchados.
Respecto a esta última crítica la Consellería de Sanidad recalcó que esta consideración es subjetiva y que el tiempo de atención a cada usuario responde únicamente “a un criterio médico”.