Magia, fantasía, lecciones de vida, emociones y algo de autobiografía están presentes en "30 cuentos y medio", obra póstuma de Emilio Aragón, Miliki, en cuyo proyecto participó el artista antes de fallecer.
Se trata de un trabajo multimedia compuesto por un libro en papel y un USB que incluye un audiolibro en el que Rita Irasema, hija de Miliki, y Manuel Feijó y Virginia Rodríguez, nietos del artista, ponen voz a los cuentos. Además, cuenta con una biografía, una galería fotográfica y entrevistas a los participantes en la grabación.
"30 cuentos y medio", publicada por Odeón, muestra la faceta más desconocida de este artista polifacético, la de escritor, y se une a las novelas también para adultos "La providencia" y "Mientras duermen los murciélagos".
Durante su presentación, a la que acudieron varias generaciones de la familia Aragón, Reyes Bautista, directora de Odeón, recordó que este proyecto se inició hace menos de tres años en colaboración con Miliki, "al que le encantó la idea de hacer una obra multimedia".
Tras la muerte del artista, "dejamos descansar el proyecto durante un año. Después creímos que esta obra, que nació de él, era una espinita que se nos había quedado", señaló la editora.
Los éxitos logrados por la familia Aragón, Gaby, Fofó y Miliki, "han sido tan grandes e importantes, porque ellos siempre han sido sinceros. Su trabajo era verdad y fueron muy responsables en su trabajo y en vida", en opinión de Rita Irasema.
Recordó a su padre, "que sigue estando en nuestros corazones más que nunca", y consideró que, al leer su obra completa, compuesta por guiones, canciones, novelas, cuentos, "te das cuenta de que es una literatura creativa, imaginativa, pero, por encima de todo, es entretenida".
Irasema comentó también "el talento" de su padre para contar historias "y el de saber escribir esas historias. Tenía mucha facilidad para crear personajes, con un sentido fino del humor del que está bañado el libro".
La grabación de los cuentos de Miliki ha supuesto para su nieta Virginia Rodríguez descubrir su faceta mágica como escritor. "Tenía mucha imaginación y sacaba un cuento maravilloso de un detalle".
La actriz reconoció que para ella ha sido una experiencia "descubrir un tono diferente al que estábamos acostumbrados. Sus cuentos son mágicos, y yo he vivido momentos muy mágicos al grabarlos".
Los cuentos "son un ejemplo más de la capacidad de renovación de mi abuelo, que siempre estaba a la búsqueda de lo nuevo", comentó Manuel Feijo, para quien se trata de obras breves, muy bien construidas, variadas y con toques de fantasía, que reflejan cómo Miliki "tenía la capacidad de hacer eterno lo cotidiano".
Entre los numerosos familiares que acudieron a la presentación se encontraba su hijo Emilio Aragón, quien confesó que en algunos de los cuentos reconocía a su padre, "pero en otros no". Recordó a Miliki como "un devorador de libros", cuya pasión por la literatura era contagiosa.
"El problema que tenía era la honestidad con su trabajo. Fuimos nosotros los que le empujamos a escribir, ya que él pensaba que estaba traicionando una idea y unos principios, como eran su dedicación a la infancia. Desde su juventud hasta su muerte se dedicó a los niños, y eso es algo muy difícil de conseguir", comentó.
En opinión del productor, empresario audiovisual y director de dos películas, al menos cuatro de los cuentos son posibles filmes o cortometrajes. "Yo me pido dos", sentenció.