“No somos Superman, lo sufrimos aunque sea nuestro trabajo”

“No somos Superman, lo sufrimos aunque sea nuestro trabajo”
muchos policías y guardias civiles acudieron a ayudar efe

“En cuanto se conoció el accidente y las necesidades, se avisó por mail y por Whatssap a todos los miembros (de Unión de Guardias Civiles)”, explica uno de los portavoces de esta asociación. No tardaron en personarse en el lugar agentes para ayudar en Santiago. Pero esa solidaridad tiene un precio psicológico, que, como vaticinan, “los compañeros que estuvieron empezarán a notar en los próximos días” . Es por ello por lo que reclaman atención y apoyo para todos los efectivos de las cuerpos de seguridad y de emergencias, porque “nadie está preparado para esto”.
“Lo primero son las víctimas y sus familiares”, subrayan desde la asociación de agentes, y también recalcan la importancia de que los vecinos de Angrois reciban ese mismo apoyo psicológico. Lamentan que no se tenga en cuenta al equipo de los distintos servicios de emergencias que acudió a las vías. “Parece que como es nuestro trabajo, somos Superman, pero lo sufrimos porque somos personas”, resumen.
En Santiago, con las fiestas del Apóstol programadas, había “unos 500 agentes entre policías y guardias civiles”, exponen desde la agrupación; a ellos hay que sumar aquellos que acudieron como voluntarios. Todos ellos, cuando vuelvan a sus casas, empezarán a revivir todo. “y allí, ¿quién les ayudará a superarlo?”, se preguntan.

Aviso
Desde este colectivo profesional explican que a los pocos minutos de conocerse la noticia del descarrilamiento del tren, se pusieron en contacto con las primeras patrullas que llegaron a la zona del siniestro. El objetivo era conocer la magnitud de la tragedia y, con ello, saber qué medios o necesidades tenían: “Muchos agentes que se encontraban cerca de Santiago se desplazaron en sus coches, motu proprio, para ayudar”.
Mientras llegaban voluntarios a la zona cero, desde la agrupación daban aviso a todos los efectivos de los que se tenía constancia que no estaban en ese momento trabajando para que acudiesen al punto para reforzar el trabajo de los compañeros que sí estaban de turno. Con todo, la cadena de mensajes iniciada desde la entidad que representa a los agentes tuvo dos momentos cruciales. El primero, movilizar a todos los efectivos posibles para que acudieran al lugar a ayudar en todo, sobre todo en las labores relacionadas con la “coordinación o la evacuación de heridos”.

Donantes
La marea solidaria de los agentes de la Policía o de la Guardia Civil fue tal, que alrededor de las once o doce de la noche, les informaron de que las necesidades en el punto estaban cubiertas, por lo que podían abandonar el lugar.
En este momento llegó el segundo momento crucial: la ayuda para rescatar o atender a las víctimas en las vías concluía. Lo que urgía eran donaciones de sangre.
Así se lo comunicaron a los efectivos que acudieron a Angrois. Al mismo tiempo, desde la Unión de Guardias Civiles se envió una segunda remesa de mensajes para que se acercasen a los hospitales de las cuatro provincias a donar, “como hicieron el resto de ciudadanos”.

“No somos Superman, lo sufrimos aunque sea nuestro trabajo”

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