El acusado de intentar matar y violar a una joven había dejado de tomar su medicación

El acusado de intentar matar y violar a una joven había dejado de tomar su medicación
el juicio continãºa hoy en la secciã³n segunda de la audiencia j. alborã©s

Aunque lo intentan, ninguno de los presentes la tarde del 2 de marzo de 2011 en un bar de la localidad de Arca, en o Pino, puede borrar de su memoria lo que presenciaron. Sin lograr contener los sollozos, una de las testigos relataba ayer a un tribunal de la Audiencia Provincial lo ocurrido hasta que la Guardia Civil logró arrestar al hombre que esta semana se sienta en el banquillo de la sección segunda: “Vi a la chica con la ropa rota. Entró despeinada, ensangrentada y con un pecho casi al descubierto (...) Estoy segura de que la hubiese matado si no fuese por la gente de la cafetería... Intento olvidarlo”.

La joven a la que hace referencia era en aquella fecha la recepcionista de un hostal situado en la misma calle, y su perseguidor, el cliente que, según confesó ayer, la convenció para que subiera a su habitación y allí trató de acabar con su vida clavándole en el cuello una navaja.

“Estaba desorientado, creía que estaba compinchada con mi primo para matarme, quería que me dijera la verdad”, declaró el acusado. El argumento no se entiende sin añadir un dato: el hombre padece esquizofrenia y, según afirmó durante la primera sesión del juicio, llevaba meses sin tomar su medicación. “Cuando no tomo el tratamiento me pongo mal, pero quería tener una vida como cualquier otro, formar una familia”, se justificó.

 

en el cuello

Eso pudo ser lo que le llevó aquella tarde a entrar en el hostal donde trabajaba la víctima, después de recorrer otros tres hoteles la noche antes y escapar de ellos por miedo de que su primo estuviera esperándolo. Como desveló en el interrogatorio, su obsesión con su familia no era nueva y en otras ocasiones había tenido que ser ingresado por su manía persecutoria: la primera vez, fue él mismo el que acudió al sanatorio pensando que allí estaría “a salvo” de los planes asesinos de su primo; la segunda fue internado nada más regresar de Francia, adonde había huido al tener la sospecha de que en España todo el mundo lo conocía.

A su víctima, admite, no la conocía de nada, pero comenzó a desconfiar de ella cuando percibió que “no había ruidos” en el hostal. Así que la atrajo a su habitación con el pretexto de que su puerta estaba atascada y allí intentó hacerle confesar su supuesta conexión con su pariente.

 

huida

“Sacó la navaja y me dijo que entrara, pero me negué”, rememoró ayer la recepcionista, para contar cómo forcejearon hasta caer al suelo y cómo él le cortó las manos y la cara con su arma. Solo pudo escapar cuando ambos rodaron por las escaleras del hotel y ella consiguió desembarazarse por un momento, después de que su agresor le clavara la navaja en el cuello y la retorciera: “No miré atrás, salí del hostal y me metí en la cafetería”.

Antes de eso, recuerda que su atacante le advirtió: “Voy a follarte”. Y estas palabras son las que pueden suponer que el hombre sea condenado a seis años y medio de cárcel, como autor, no solo de un delito de homicidio intentado, sino también de agresión sexual no consumada.

El escrito de acusación del fiscal acepta que los ataques estuvieron motivados por la patología psicótica –que se contempla como una eximente incompleta de su responsabilidad–, pero él niega su intención de abusar de la trabajadora: “No quería violarla, hacerle daño sí”.

El acusado de intentar matar y violar a una joven había dejado de tomar su medicación

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