El comité de empresa de Celsa Atlantic empieza a ver una luz al final del túnel que evite o, al menos, reduzca el número de despidos que plantea la empresa en la factoría de Lendo. Representantes de los trabajadores se reunieron ayer con la dirección de la empresa en la Dirección Xeral de Traballo, en presencia del responsable autonómico Odilo Martiñá, y del alcalde de A Laracha, José Manuel López Varela, para tratar de encontrar alguna solución que sea lo menos traumática posible para los trabajadores y que, a la vez, permita a la empresa cumplir con sus objetivos de reducir costes.
Antonio Rodríguez, presidente del comité, explicó que la empresa planteó en la reunión un “escenario diferente” al mantenido en la mesa de negociación. La dirección sostuvo que los 56 despidos planteados era una propuesta de máximos “aínda que ata agora non o quixo negociar” y reconoció que el marco de negociación actual era poco favorable para los laracheses ya que la situación de las factorías vascas “lastra a negociación”.
En vista de ello, el comité propondrá en la reunión de mañana en Madrid que se ejecute el ERTE de dos años que negociaron a finales de 2012 –paralizado por los tribunales– adaptándolo a la situación actual de la empresa y que la dirección acepte hacer prejubilaciones a partir de los 55 años, con lo que la plantilla se reduciría en nueve personas. Con ello buscan disminuir al mínimo el número de despidos porque ya dan por hecho que pérdidas de puestos de trabajo habrá de cualquier manera. “Estamos dispostos a que haxa baixas que non sexan traumáticas como as prexubilacións” en condiciones que no sean desfavorables o que puedan negociarse bajas voluntarias con indemnizaciones mayores a las establecidas por la ley, apuntó. Según Rodríguez, la empresa también estaría dispuesta a recolocar a personal en otras fábricas.
Aunque la reunión sirvió para exponer las posturas de ambas partes, no hay ningún acuerdo claro y todas estas son propuestas que tendrán que desarrollarse posteriormente.
Además, el comité no tiene nada claro si la dirección mantendrá el mismo escenario planteado ayer frente a los representantes de las factorías de Gasteiz y Urbina, pero deja la pelota sobre el tejado de la empresa que tendrá que “ver como articula todo isto” una vez que se confirmó lo que decían los trabajadores: que la realidad del complejo larachés es distinta a la que se ha pintado en la mesa de negociación.
Para el comité de Lendo lo que está claro es que su propuesta de ejecutar el ERTE renegociando las condiciones y aceptando la prejubilación a los 55 años conllevaría una rebaja salarial suficiente para que la empresa cumpla de sobra con su objetivo de reducir los gastos. De otra manera sería “botar fóra todo o traballo de mellora da produción” hecho en la fábrica.