Las cinco criaturas salieron del programa Cultura de Barrio, que convocó la concejalía de Culturas y al que la Sociedad Filatélica se presentó con el proyecto 5x3=15. Aquí fue donde nacieron los sellos que presentaron hace unos días y que le ponen imagen a cinco barrios de la ciudad.
Jugando con el 15, que atiende al código postal de A Coruña, el colectivo quiso contagiar su pasión filatélica al público infantil y al adulto. De esta forma, la iniciativa se compuso de cinco exposiciones y cinco talleres o conferencias en los que se cuestionó al público cómo querían que fuera representado el territorio donde se despiertan todos los días.
El presidente de la Sociedad Filatélica, José Luis Rey, explica que los participantes pudieron elegir un lugar a la carta y si en Monte Alto, las quinielas hacían ganadora a la Torre de Hércules en todo su esplendor, lo cierto es que venció otra perspectiva sin luz parpadeante, la contraria, y el sello es una vista desde el faro donde se ve la antigua prisión y el conjunto de viviendas que se construyeron alrededor.
En Los Rosales, los pequeños se fueron hasta el divertimento vegetal que más les atrapa y escogieron sin dudarlo el laberinto que saluda a la entrada del monte de San Pedro. Rey comenta que, en ningún caso, quisieron influenciar en nada, “pretendíamos que la visión fuera muy suya” y a raíz de lo que seleccionaron, se hizo una instantánea del rincón o se buscó en los fondos. En el caso de la Ciudad Vieja, la elección corrió a cargo del público adulto, que votó por la plaza de las Bárbaras tras asistir a una charla. Por último, Os Mallos completó el puzle con un plano general del parque de Vioño, mientras que O Castrillón exaltó su biblioteca y centro cívico: “Nosotros nos ceñimos a los deseos de los chavales”.
Los sellos entraron en el circuito a mediados de este mes. Hay 250 ejemplares de cada uno, que se los quedarán miembros de la Sociedad Filatélica o los particulares que lo soliciten. En este sentido, el responsable cuenta que hay dos tipos de sellos, los anuales que van a comisión y se aprueban con un año de antelación y los personalizados, que tienen la condición de que nadie vivo puede aparecer en la imagen.
Así fue como colaboraron recientemente con la Real Academia Galega de Belas Artes para estampar a Luis Seoane y recordarlo por vía postal en el año en que fue homenajeado en el Día das Artes Galegas.
José Luis Rey asegura que están abiertos a trabajos así y esperan seguir con el proyecto extendiendo la colección a otras zonas de la ciudad para que todos puedan tener un souvenir de su barrio en celulosa, reducido a una pequeña parcela.