El número de bodas civiles que se celebran en el Ayuntamiento ha vuelto a situarse en sus niveles más altos de los últimos diez años, después de que en 2011 se experimentara un notable descenso en la cifra que, durante el mandato anterior –en los ejercicios 2008, 2009 y 2010– se había disparado respecto a sus años predecesores.
De este modo, el consistorio acogió en los dos últimos años, 2012 y el recientemente terminado 2013, un total de 27 bodas cada uno, las mismas que en 2009, donde se alcanzó el tope que aún no se ha superado.
No obstante, sí podría hablarse de récord en los dos últimos años si se suman las uniones no matrimoniales –parejas de hecho– que también han sido oficiadas por el consistorio, ya que por ejemplo, en 2012, hubo dos, por una única unión en 2009.

Tendencia

Esto supone además un cambio de tendencia absoluto. Las cifras registradas entre 2004 y 2007 en lo que se refiere a la comparación entre parejas de hecho y matrimonios, deja bien a las claras que la sociedad ha modificado sus preferencias a la hora de unirse con otra persona.
Llama la atención por tanto que, solo en 2007, se produjeran hasta 24 uniones de parejas de hecho –por solo 18 matrimonios– registradas en el Ayuntamiento. Es decir, más del doble del total que suman los seis años posteriores, en los que apenas se supera la decena entre todos ellos.
Fue una época, en la que, en algunos casos, este tipo de uniones superaba a los matrimonios, incluso con cierta holgura. De esta manera, en el año 2004 se contaron diez parejas de hecho y únicamente siete matrimonios, siendo 11-14 en 2005; 9-12 en 2006 y las ya comentados cifras de 2007 (24-18).
Pero, llegados a 2008, el cambio fue radical. Se pasó entonces a los 26 matrimonios y las 5 uniones de parejas de hecho y esa tendencia fue consagrándose hasta el día de hoy. Solo en el año 2011, cuando sí se mantuvieron a la baja (1) estas últimas ceremonias, descendió notablemente el número de bodas, con 20.

En verano, más actividad
Lo que no admite discusión es que la gente, hablando ahora exclusivamente de matrimonios, que es la unión casi exclusiva de los últimos años, prefiere los meses de verano para celebrar esta unión.
Así, en la última época estival, la de 2013, fue el mes de agosto el elegido por la cuarta parte (7) de aquellos que se casaron en el consistorio sadense para conmemorar esta ceremonia. En junio, julio y septiembre tuvieron lugar otras tres en cada uno de ellos, por lo que prácticamente el 60% eligió el verano para su boda.
Otro mes prolífico en este sentido fue abril –el segundo después de agosto–, con cuatro ceremonias, por dos en octubre y en diciembre y una en el resto.