Un conductor murió arrollado por su propio camión en el Polígono Industrial de Piadela. Según informaron la Central de Atención ás Emerxencias 112 Galicia y la Fundación Pública Urxencias Sanitarias 061, el suceso ocurrió cuando el hombre, que acababa de aparcar en una explanada en la que suelen estacionar los transportistas y con un importante volumen de camiones en el momento del accidente, bajó de la cabina, al parecer con el vehículo aún encendido, alrededor de las 13.00.

En ese instante, el camión comenzó a moverse y el hombre, en su intento por detenerlo, cayó al suelo, siendo alcanzado y arrastrado unos veinte metros, hasta que el trailer, de unos 18.000 kilos, colisionó con un turismo que se encontraba en las inmediaciones del área, pero no dentro de ella, indicó un portavoz de los servicios desplazados hasta el parque empresarial de Betanzos.

Intervención
Después de recibir el aviso de Emerxencias 112, la Central de Coordinación del 061 envió de inmediato hasta el punto una ambulancia asistencial y otra medicalizada, así como personal sanitario del Punto de Atención Continuada (PAC) de Betanzos.
Sin embargo, los servicios médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida a conductor, que murió en el acto en Piadela.
Tanto el 112 como el 061 confirmaron que la víctima es un vecino de Cambre de 50 años y con iniciales A.S.S. Además, el 112 también puso el caso en conocimiento de Protección Civil de Betanzos y de la Guardia Civil.
Incendio

En el municipio arteixán, un conato de incendio en el interior de una vivienda de la travesía de Meicende hizo saltar las alarmas entre los vecinos del entorno, quienes alertaron al 112 de una intensa humareda “saliendo por debajo de una puerta”, indicaron desde Emerxencias de Galicia.
La central movilizó a los Bomberos de Arteixo, Policía Local y Protección Civil, que acudieron hasta el punto y comprobaron que el origen del suceso estaba en un electrodoméstico, en principio, una avería en un motor, según un portavoz de los equipos desplazados hasta Meicende.
El suceso, que no provocó más daños que el de la máquina averiada, obligó a los bomberos a ventilar la vivienda para evitar problemas respiratorios, sin más consecuencias que un susto entre los residentes del núcleo, donde hace menos de dos meses se registró otro incendio.