Faltan escasos cuatro días para que el nacionalismo gallego afronte la que ya se ha convertido en una asamblea más importante que la del BNG, aquella en la Encontro Irmandiño decidirá si su futuro sigue ligado al Bloque o comienza su andadura por separado. Pese a que faltan cuatro días, ya empiezan los primeros abandonos del barco. La primera será Teresa Táboas, exconselleira de Vivenda.

La todavía diputada dejará su acta de diputada alegando motivos personales, pero no esconde que su decisión responde a la “coherencia y honestidad” al no compartir la línea política salida de la XIII Asamblea Nacional que el Bloque celebró a finales de enero.

Táboas envió una carta al reelegido portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, en la que da cuenta de su renuncia y en la que reconoce que los motivos son cuestiones de “carácter personal y de índole política”.

De hecho explica que en la asamblea defendió “la necesidad de regeneración y refundación del proyecto político del BNG”, si bien la militancia “decidió con incuestionable legitimidad democrática que no era preciso”.

Por su parte, Carlos Aymerich, ex portavoz parlamentario del BNG, solicitó su reincorporación a la Universidad de A Coruña, donde es profesor titular de Derecho Administrativo. A diferencia de Táboas, Aymerich mantendrá su escaño en el Parlamento autonómico, aunque con dedicación parcial. Aymerich dejó la primera línea política por las mismas razones.