El Gobierno arteixán mantuvo esta semana un encuentro con los propietarios de parte de la fraga de Sisalde, logrando un acuerdo mutuo para proteger el espacio con talas selectivas de especies invasoras como el eucalipto y el pino.
En esta área de Sisalde fue paralizada, hace unas semanas, una tala de árboles que contaba con todos los permisos. El objetivo, según explicó el Ayuntamiento en su día, era cuidar al máximo el entorno, del que disfrutan numerosas personas mediante rutas de senderismo o visitas a los molinos de Sisalde.
“El maderista y los propietarios se mostraron muy razonables y paralizaron la tala, a pesar de que contaban con todos los permisos”, explicó entonces el alcalde, Carlos Calvelo, quien ha vuelto a destacar la buena voluntad de los dueños de la finca para respetar las especies autóctonas y conservar su medio ambiente.
propuesta de alquiler
A pesar de que el Gobierno de Calvelo manifestó en el pleno que plantearía a los propietarios que el Ayuntamiento alquilase esos terrenos, finalmente se ha acordado realizar cada cierto tiempo talas selectivas de árboles para conservar la flora.
La intención es cuidar los árboles autóctonos de la zona como robles y castaños, además de los ejemplares que crecen junto al río. “Este tema nos preocupaba especialmente porque Sisalde es un entorno natural muy sensible por el que pasan unos 1.200 niños cada año en visitas escolares, además de todos los vecinos y visitantes que realizan rutas de senderismo”, comenta Carlos Calvelo.
Los niños del municipio, indican desde el consistorio, suelen acudir a Sisalde para conocer los molinos y realizar la actividad de la molienda en uno de ellos que todavía se encuentra activo. Durante estas salidas, los profesores y monitores aprovechan para mostrar a los más pequeños la variedad de especies naturales en la zona, desde los árboles y arbustos hasta la fauna local.
El Ejecutivo recuerda que Sisalde no presentaba su mejor aspecto en los últimos años, ya que se encontraba “algo sucio”, por lo que confían en que las talas selectivas puedan adecentar el lugar de cara a fomentar el turismo local.
Desde el consistorio arteixán destacan que con el acuerdo entre los dueños de la finca y el Gobierno municipal se ha podido combinar el respeto al medio ambiente con el respeto a la propiedad privada, algo que no sería posible si el Ayuntamiento arrendase los terrenos.