El Gobierno municipal dará continuidad al proyecto que inició el Ejecutivo del popular Carlos Negreira hace ocho años para hacer accesibles los espacios urbanos a todos los vecinos de la ciudad. Urbanismo ya tiene previsto seguir adelante con el proyecto que redactaron sus antecesores de la Marea para el barrio de Os Castros, lo que muestra la intención de apostar por ese camino aunque de momento no hayan trascendido nuevas iniciativas para otros puntos de la ciudad. Mientras tanto, los elementos instalados o encargados en la época del PP, en general, esperan un lavado de cara para eliminar los restos del vandalismo.
El nuevo concejal de Urbanismo, Vivenda, Infraestruturas e Mobilidade, Juan Díaz Villoslada, y su equipo ya tienen en la recámara para el inicio de curso una primera actuación en favor de convertir A Coruña en un municipio cada vez más accesible. Preguntadas por si el nuevo Ejecutivo apostará por mantener la línea de instalar elementos que faciliten el acceso del público en puntos estratégicos del espacio urbano, fuentes municipales confirmaron que esa es la idea.
La primera medida será retomar el plan que dejó Marea Atlántica listo para instalar un ascensor junto al templete y las marquesinas de la avenida de A Pasaxe. Ese plan de “accesibilidad vertical” ya cuenta con un “proyecto redactado” que facilitará la vida a los vecinos del área de O Castrillón, la avenida de Oza y la calle de la Merced, entre otros lugares.
Ocho años atrás
Pese a no anunciar todavía otras iniciativas similares, el hecho de que la decisión se haya tomado tan rápido y en pleno verano deja entrever que la política seguirá siendo la misma que lanzó el Partido Popular hace ocho años en la ciudad con hasta cuatro instalaciones.
Por el medio, Marea Atlántica llegó a plantear la actuación en la avenida de A Pasaxe pero ni la ejecutó ni puso sobre la mesa otras ideas similares, por lo que los últimos cuatro años fueron de parálisis en este campo.
Lo que está claro es que el Consistorio tendrá múltiples barrios entre los que elegir para dar un paso más allá en la accesibilidad universal. Por ejemplo, estaría Monte Alto con puntos como Adelaida Muro o los alrededores de la Domus o las escaleras cubiertas del antiguo mercado privado de la Merced. También hay lugares susceptibles de mejora en el Barrio de las Flores.
Pero al hablar de mejoras es inevitable pensar también en las necesidades de mantenimiento que tienen las infraestructuras que se encargaron en la época de Carlos Negreira –alguna de las cuales tuvo la oportunidad de inaugurar el anterior Gobierno de Ferreiro– y que en los últimos cuatro años han sufrido el lógico deterioro por el paso del tiempo.
El problema es que a mayores son víctimas del incivismo y el vandalismo y apenas fueron objeto de los planes de limpieza del Ayuntamiento, por lo que presentan múltiples grafitis y suciedad que afean su aspecto.
Ramón Cabanillas, el mejor
La infraestructura que mejor soporta el paso del tiempo es el ascensor ubicado junto al pequeño mercado de Ramón Cabanillas, en Os Mallos, que pese a estar bastante oculto para la ciudadanía no es en el que más se ceban los pintores callejeros. Suele funcionar y solo tiene algo de suciedad alrededor, si bien quizá tenga algo que ver con que abra solo hasta las 23.00 horas.
Curiosamente, el de Capitán Troncoso –al lado del palacio consistorial– tiene idéntico horario pero está plagado de pintadas tanto en el acceso inferior como en toda la estructura acristalada que salva la cuesta para acceder a los alrededores del cuartel de Atocha. Ocasionalmente sufre averías pero suelen repararse con bastante rapidez.
Las peores a nivel de parálisis son las escaleras que ya existen junto a San Agustín, que son de las que más tiempo pasan sin funcionar. Además, acumulan nombres en los laterales del pasamanos.
Uno de los grandes logros fue crear una subida de escaleras mecánicas, aunque sea por tramos, en Maestro Clavé. Pero, desde la Asociación de Comerciantes y Vecinos de A Falperra, advierten de que “a veces la gente no hace buen uso” porque hay suciedad pero también requiere “que haya un mantenimiento”.