Al protagonista, Xurxo Couto, y a sus dos compañeras de andanza política en el BNG –Silvia Seixas y Dolores Regueira– les costó aguantar las lágrimas cuando el concejal entregó su dimisión. El motivo, la incompatibilidad existente entre ser edil y comenzar a trabajar como cantero durante seis meses para el Ayuntamiento de Arteixo. A partir del próximo pleno, quien se sentará en su silla será Javier Maceiras.

No hubo reproches. Solo agradecimientos por su labor y su “talante positivo”, en palabras del alcalde, Carlos Calvelo. Su carácter tranquilo, afable y alejado de las frecuentes broncas políticas fue destacado por Martín Seco (PSOE): “Grazas polo traballo desenrolado, sempre na liña do consenso”.

Rosario Figueiras, de Terra Galega, también quiso desearle “toda a sorte do mundo” y se mostró convencida de que seguirá “aportando”.

Con palabras entrecortadas y aguantando el tipo, Couto agradeció las “palabras neste momento difícil” de sus compañeros en el particular hemiciclo arteixán. Tampoco se olvidó de los vecinos, porque gracias a su confianza pudo “ser o seu representante. Para min foi unha honra”.

Unas palabras que casi sin terminar de pronunciarlas arrancó los aplausos de todos los concejales, así como del público que ayer ocupó un salón más lleno de lo habitual (en gran medida por los asuntos que en la sesión se trataron).

El siguiente en la lista era Ramón Vieites, edil en el mandato pasado después de que Alberte Sánchez tuviera que dejarlo por motivos laborales. En esta ocasión, Vieites entregó una renuncia a ser concejal, por lo que entrará Maceiras. n