El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer la declaración del estado de alarma para contener la pandemia hasta el 9 de mayo, lo que le llevará a pedir “un abrumador respaldo” del Congreso la semana que viene.
“Cuanto antes” quiere el presidente poner en marcha las medidas que contiene la herramienta constitucional del estado de alarma, tal y como dijo en rueda de prensa posterior al Consejo de ministros extraordinario.
El nuevo estado de alarma será diferente al primero aprobado en marzo. Para empezar no habrá confinamiento domiciliario, pero sí una restricción amplia de la circulación, el toque de queda, entre las 23.00 y las 6.00 horas, aunque las comunidades podrán moverse una hora antes o una hora después de ambas franjas.
Tal y como remarcó Sánchez, los presidentes autonómicos serán las autoridades competentes mientras dure el estado de alarma, y además el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que reúne a Ministerio de Sanidad y a las consejerías territoriales, se encargarán de ir modulando las medidas según la evolución de la pandemia.
Junto a la máxima coordinación autonómica, Sánchez quiere máximo apoyo político.
Así, reveló que ya ayer tuvo una conversación telefónica con el líder del PP, Pablo Casado, así como con otros representantes políticos, aunque eludió dar detalles sobre dichas conversaciones.
La entrada en vigor del estado de alarma comenzó ayer, por lo que pretende aprobar la prórroga hasta el 9 de mayo en el Consejo de Ministros del martes, de modo que, antes de que acabe la semana, el pleno del Congreso debata y vote dicha prórroga.
Si el Congreso de los Diputados aprueba la prórroga, el Gobierno no tendrá que ir a pedir más, previas negociaciones, hasta antes del 9 de mayo, siempre y cuando no decaiga antes la alarma.
Con todo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, comparecerá cada quince días para informar a los grupos parlamentarios de cómo avanza el coronavirus en esta segunda ola.
Sánchez ha explicado, asimismo, que su intención de prorrogar la alarma hasta mayo pretende dar tranquilidad a los ciudadanos y certidumbre a los empresarios y a los agentes económicos.
Estos seis meses representan el plazo idóneo dado por los expertos sanitarios, así que para Sánchez este plazo permitirá crear un marco estable en los ámbitos político, económico, social y jurídico, a pesar de la pandemia.
Asimismo, el presidente pidió limitar al máximo posible los movimientos y estar en casa el mayor tiempo posible.
En este nuevo estado de alarma, las autonomías también podrán confinar su territorio completo o un “ámbito inferior”. Igualmente, podrán limitar la permanencia de personas en espacios públicos o privados hasta un máximo de seis personas.
La medida con más incidencia en el día a día de los ciudadanos será la prohibición de circular desde las 23.00 hasta las 6.00 en todo el país y con carácter general, salvo por la causas especificadas. No obstante, Canarias queda excluida por sus buenos datos epidemiológicos.
Satisfacción en las regiones
Por su parte, Castilla La Mancha, Navarra, Cantabria, La Rioja, Baleares y Asturias, seis de las diez comunidades autónomas que reclamaban el estado de alarma, expresaron ayer su satisfacción por esa medida, acogida favorablemente por el PSOE y Cs, mientras el PP criticó el “desconcierto” que supone para la población.
También fueron críticos desde el Gobierno catalán, donde el conseller de Interior, Miquel Sámper, lamentó que el decreto de alarma sea “insuficiente” para llevar a cabo todas las medidas que querría aplicar la Generalitat, ya que se limita a dar cobertura al confinamiento nocturno y a otras restricciones como el número de personas que pueden reunirse que ya están activas en Cataluña.
Asimismo, la líder de Cs, Inés Arrimadas, confirmó e que su partido apoyará el estado de alarma cuando llegue al Congreso.