Serán sobre 1.400 los que coquetearán esta semana con la robótica gracias a la Fundación Barrié y la Institución Galega da Ciencia (Igaciencia), que viene de compartir la experiencia en Vigo, para juntar en la ciudad a los adeptos a una parte del conocimiento que implica mucha práctica y también recursos.
Es por eso que la falta de material limita a algunos centros educativos, que todavía no pueden colocar la materia en la parrilla de salida de las optativas y se ajusta a las exigencias, que le obligan a dar una parte de robótica en cuarto de la ESO. De ahí que iniciativas como el octavo Concurso Galego “A Maxia da Robótica” son importantes porque en dos horas disponen de todo lo necesario, cuenta la coordinadora Inés Ben, que explica que en la primera hora, se forman, para poner en práctica en un segundo round el experimento, condensado en 20 desafíos.
De menor a mayor complejidad, los estudiantes de 5º de Primaria hasta 2º de Bachillerato, trabajan con variables, se ponen en la piel de un aspirador para hacer que ande hacia delante y retroceda cuando tropiece con bultos y activan dispositivos para que caminen más rápido o más despacio según la luz o el sonido. En su programa, lo que prima es que se queden con una idea clara y que manejen aplicaciones que puedan llevar a sus rutinas: “Outros prefiren centrarse na construción dos robots ou en optimizar programas”.
Los que mejor resuelvan los 20 retos pasarán a una final, el día 26, con el premio en el bolsillo. Y es que el objetivo es que todos aprendan la lección de una forma divertida. Así es que desde la puesta en marcha de una máquina para que avance 35 centímetros a otra, que deberán crear con un 40% de potencia y otras condiciones innatas para sumar puntos en la prueba, cientos de pequeños podrán desarrollar sin bata planteamientos. Para ello, no es necesario haber tenido una experiencia anterior en robótica: “Empezan por algo sinxelo”.
Los que más puntuación obtengan en las tres categorías establecidas por edad tanto de Vigo como de A Coruña se juntarán en una fase final, junto a los segundos mejores de una ciudad o de la otra, para luchar por conseguir un puesto en el podio que los hará merecedores de kits de robóticas, ladrillos con sensores y demás mecanismos con la que seguir jugando a ser científicos, que es de lo que se trata.
Según Igaciencia, el empleo digital será en 2020 el mayor nicho de empleo, tanto en Galicia como en el resto de España y Europa, por lo que su introducción en los centros escolares es clave para que no solo sientan pasión por el aprendizaje, sino que le saquen punta a valores como el trabajo en equipo, la negociación, el liderazgo o la competencia. Es el quinto año que la Fundación Barrié acoge la iniciativa, en el marco de EducaBarrié, un espacio donde cobija a la comunidad educativa para acercar, en este caso, la ciencia a los escolares y afilar vocaciones. La convocatoria surtió efecto y en el primer día de inscripción se agotaron todas las plazas.
Hoy le tocará el turno a los alumnos del Ramón Caamaño de Muxía o al Sofía Casanova de Ferrol, entre otros, así hasta que el viernes unos 2.335 gallegos crucen la meta de masticar conocimientos sin darse cuenta.