El Carral grita “sí, se puede”

O Castro también se apunta al “sí, se puede”. Si el público de Riazor demostró que cree en la salvación del Deportivo, ¿por qué no iba a ser igual para el Carral? Eso debieron pensar los aficionados del cuadro blanco tras la trabajada victoria ante el Xallas de Santa Comba.

La insistencia de David Gómez, la solidaridad defensiva de un bloque que ya no teme a nadie y el oportunismo de Jacobo fueron los ingredientes de la receta del triunfo carralés en la tarde de ayer.

El choque comenzó con sustos en las dos áreas. Primero, Miguelito remató de ‘calcetín’ un rechace tras una buena jugada de David Gómez y Pupo. Acto seguido fue Noli el que disparó desviado. El ariete no aprovechó un regalo de Fran, que posteriormente tuvo que retirarse lesionado, y se precipitó en la definición.

Los minutos transcurrían y los pivotes visitantes, Jesús y Orlando, tocaban en el centro del campo con cierta solvencia, teniendo en cuenta las dimensiones y el estado del césped de O Castro, pero sin conectar en zonas de peligro ni con sus carrileros ni con sus extremos. Doro y Baña rara vez recibían el cuero en ventaja y el Carral, encantado.

Además, el partido se puso cuesta abajo para los locales muy pronto. En el 19 llegó el gol de David Gómez, el primero que recibe el Xallas de Santa Comba en las últimas seis jornadas. El ariete no conectó el cabezazo a la primera tras una falta brillantemente botada por Miguelito, pero sí a la segunda. Balón suelto, para adentro.

A pesar del golpe, el cuadro xalleiro no se amilanó y continuó buscando el marco rival con paciencia. Baña fue capaz de romper en velocidad en dos ocasiones antes del descanso pero sendas jugadas acabaron en despejes de la zaga local.

 

cambio de sistema

En la reanudación, Manolo Corredoira quemó sus naves y dio entrada a Javi Suárez. Defensa de cuatro hombres, en vez de cinco, y dos delanteros en el campo. Sin embargo, el guión apenas varió. Con más juego directo llegaron las mejores oportunidades del cuadro visitante pero ayer no era el día. Noli, en dos ocasiones, y Doro no conectaron con precisión sus disparos y el tiempo se les echaba encima.

Ya en el descuento, Jacobo desvió un disparo de Miguelito para poner la guinda al pastel. 2-0 y tres puntos de oro para los locales. El “sí, se puede” del Carral no es una pose. Equipo y afición volvieron a demostrar que creen en la salvación. Un objetivo complicado pero posible.

El Carral grita “sí, se puede”

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