La infanta Cristina acudió el pasado domingo, día 24 de junio, a ver a su marido, Iñaki Urdangarin, en la primera visita de la que disfrutó en la cárcel abulense de Brieva, casi una semana después de su ingreso, según adelantó el diario El País y confirmaron más tarde distintos portavoces de prisiones, que añaden que el que fuera duque de Palma continúa aislado en el módulo de hombres de esta prisión de mujeres, a la espera de que Instituciones Penitenciarias decida sobre su clasificación de grado.
La hija menor del rey emérito accedió a las instalaciones de manera discreta, habiendo avisado solo una media hora antes de su llegada y en un coche con los cristales tintados, alrededor de las dos de la tarde.
El Ministerio del Interior dispone de un plazo de dos meses para que su Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, que dirige Ángel Luis Ortiz, ratifique o no la propuesta de clasificación inicial que eleve la Junta de Tratamiento de Brieva.
Según explicaron fuentes penitenciarias, dicho plazo no empieza a contabilizarse hasta que la condena sea notificada a la dirección de Brieva, el centro penitenciario que eligió el pasado 18 de junio Iñaki Urdangarin para cumplir la condena de cinco años y diez meses de cárcel por prevaricación, malversación, tráfico de influencias, fraude y dos delitos fiscales por el caso “Nóos”.
Aislado
Al ser una cárcel de mujeres, Urdangarin se encuentra aislado en el mismo pabellón de hombres en el que cumplió condena entre 1995 y 2005 el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán.
El centro penitenciario puede en su propuesta de clasificación inicial proponer un cambio del centro de cumplimiento de condena, algo que debe argumentar y que, de nuevo, Instituciones Penitenciarias puede o no ratificar.
El marido de Cristina de Borbón, como cualquier otro interno, tiene derecho a recurrir las decisiones que adopte la administración ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Ávila.
De acuerdo al criterio general de condenas similares, Iñaki Urdangarin será clasificado en segundo grado, el conocido como régimen ordinario por ser el mayoritario entre la población reclusa, según explican las fuentes consultadas por Europa Press.
Navidad de 2019
Si así fuera, y sin detrimento de que Iñaki Urdangarin pueda solicitar un indulto o recurrir al Tribunal Constitucional, el cuñado de Felipe VI tendrá que esperar a la Navidad de 2019 para un permiso.
En ese momento se abriría la puerta para el tercer grado en aplicación del artículo 100.2, que introduce el principio de flexibilidad.
La opción de que el exduque de Palma de Mallorca pudiese disfrutar directamente de la semilibertad la determinaría la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias si optara directamente por su clasificación en tercer grado, atendiendo a cuestiones a su favor como que es la primera condena que tiene que cumplir o la escasa posibilidad de reincidencia.
Solo entonces, si se confirma el segundo grado, estos beneficios se retrasarían a los diecisiete meses.l