La flota coruñesa del cerco protagonizó ayer su primera protesta pública en la ciudad tras varios días de amarre voluntario en oposición al reparto de las cuotas pesqueras que pretende hacer la Secretaría General de Pesca. Las tripulaciones optaron por lanzar una pitada de media hora para que se conozca su reivindicación que no es otra que recibir un trato de igualdad con respecto a otras comunidades. El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores, Manuel Cao, recordó que la huelga no afecta únicamente a los cerqueros y avanzó que habrá nuevas acciones reivindicativas.
Con las sirenas sonando y las luces encendidas, los cerqueros de A Coruña –la ciudad cuenta con 4 barcos asociados a la cofradía pero un total de 45 que operan en el puerto coruñés– quisieron dar un paso más allá en su lucha por conseguir unas cuotas de pesca de xarda y jurel justas.
“La Comunidad Europea marcó una cuota de alrededor de 7.000 toneladas de jurel y 8.000 de xarda para toda España y la Secretaría General de Pesca quiere entregar el 70% al País Vasco y el resto a repartir entre Galicia, Asturias y Cantabria”, explicó el patrón mayor, Manuel Cao. El representante de la Asociación de Armadores del Cerco de Galicia, Andrés García, coincide en hablar de entorno al 70% para el País Vasco y concreta que las toneladas de caballa se quedan “en 7.700 porque Europa ha descontado 7.000 como multa por el exceso de otros años”.
Empresarios y trabajadores consideran este reparto “desequilibrado” y ayer demostraron con creces que no aceptan el acuerdo. Tras una concentración la semana pasada en Santiago, los hombres enrolados en estos barcos sacaron a relucir las pancartas. Con lemas como “Queremos traballar, non ter que roubar” o “Sin xarda, sin chicharro, ¿quen aguanta do cotarro” dejaron ver lo que opinan de la propuesta del Ejecutivo central.
afección a otras artes
“Queremos que se establezca un tope diario por marinero enrolado porque no puede ser que el País Vasco tenga 50 barcos y Galicia 155 de cerco y se distribuyan así las cuotas”, concretó Cao. Los pescadores proponen que esos máximos sean iguales para todos los pescadores para que trabajen en las mismas condiciones, puesto que en Galicia este subsector “genera 2.000 puestos de trabajo directo”. Muchos estrechamente ligados a la ciudad.
“Lo que quieren hacer conllevaría el amarre y la desaparición de parte del cerco gallego”, sostiene Cao. “Si saliera adelante la propuesta conllevaría al desmantelamiento total de la flota porque un barco sin cuota pierde valor”, añade García. Además, a las reivindicaciones de esta parte de la flota se une también la de artes menores porque el paro les afecta de forma directa.
Esas embarcaciones no se dedican a la captura de la caballa ni del jurel, pero sí utilizan esas especies que compran a sus compañeros como cebo para capturar el pescado de artes menores. No obstante, si no disponen de ellas aunque el tiempo lo permita difícilmente podrán faenar. “Esto va a afectar a las nasas, al pulpo y a más capturas”, insiste. Por ello exige un acuerdo rápido que permita regresar al mar y asegura que los armadores ya preparan nuevas acciones para hacerse oír en Madrid.