Máscaras que expresan más que los rostros que esconden, en Nicaragua

Máscaras  que expresan más  que los rostros que  esconden, en Nicaragua
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En esta exposición, la mayoría de las mujeres llevan el rostro tapado con máscaras. Son símbolos de resistencia del pueblo nicaragüense, en concreto, de la última comunidad indígena, la de Monimbó, que se enfrentó a Somoza en 1979 y siguió haciéndolo después con el actual presidente Daniel Ortega. El centro cívico de O Castrillón abre una ventanita a Nicaragua a través de sus mujeres y por ella se ve la fuerza de quienes son y serán vitales en la lucha, según su compatriota Tamara Orozco. Son en total 21 gritos en forma de instantáneas tomadas por Jorge Mejía, Nayira Valenzuela, Lucero, Carlos Herrera y Bismark, que juntan sus retratos para hacer la muestra “Resistencia nicaragüense con rostro de muller”, que habla en femenino de protestas que desde el pasado otoño están prohibidas. 


Dice Orozco que la policía alega que generan intranquilidad. Aún así, las mujeres no cesan y pelean con la palabra en reuniones con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o en el parlamento europeo: “Por el 25N se les negó y ya no pudieron concentrarse”. Explica la que lleva ya diez años en A Coruña que si los de su país extienden la bandera, les catalogan de terroristas. Los llevan presos.


En las revueltas del año pasado, las fuerzas paramilitares detuvieron a 800 personas, de las que 57 son mujeres y cuatro transexuales. La exposición es “para denunciar y dar visibilidad a lo que pasa, son mujeres en marchas, que pasaron comida a la gente que estaba en las barricadas”. Añade que estas se formaron como un elemento de presión, pero fueron desmanteladas y murió un montón de gente. Hasta 325 cuenta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Otros colectivos barajan más de 500. 


Desde la caída de Somoza, “las mujeres siempre han estado activas”. Y es que el feminismo se levantó mucho antes de 2018. Con la entrada de Ortega a muchas se les encendió un piloto de alarma. No se quedaron sentadas y a pesar de que “nos veían como locas” protestaron contra la derogación de la ley del aborto terapéutico, en una Nicaragua  que iba por delante en estas cuestiones y se fue atrás, al pelotón.


Tras verlo y sufrirlo, Orozco comenta que la “población que se tiró a la calle”. Hoy no pueden hacerlo. Por eso, las fotos son tan necesarias. Las traen Solidariedade Galega y Rede de Solidaridade internacional de Galicia y forman parte del programa “Mulleres que transforman realidades”. Hoy, a las 17.00 horas, habrá un taller para que los coruñeses también se pongan una máscara de Monimbó. A las 18.30 horas, Magaly Pau cogerá la bandera para representar la obra “La revolución será feminista o no será”. A golpe de cabaré contará lo que fueron capaces de ingeniar para ser vistas y escuchadas.

Máscaras que expresan más que los rostros que esconden, en Nicaragua

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