La Concejalía de Urbanismo tiene pendientes medio millar de expedientes de ayudas para la rehabilitación de viviendas procedentes de ejercicios pasados, cifras que reflejan la situación que llevó a sus responsables a decidir el aplazamiento de la convocatoria de 2019 a este año.
En total son 502 los expedientes procedentes de otros años y que están pendientes de una resolución. Con diferencia, el mayor problema se encuentra en 2018, año del que existen todavía hasta 355 solicitudes que no están finalizadas.
Lejos de los datos de hace dos años quedan las 89 de 2017 y las 55 del año pasado. En este último caso todas ellas pertenecen a las Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) del Plan Estatal de Vivienda y que sustituyen a las Áreas de Rehabilitación Integral. A todas estas hay que añadirles tres expedientes iniciados en 2015 y 2016.
El problema reside en que la acumulación que se empezó a producir en 2017 afectó a los expedientes de 2018. Esto tuvo como consecuencia que la tramitación de los de hace dos años provocaron el retraso en los del año pasado.
Esta situación es la que se está intentando normalizar desde la Concejalía de Urbanismo y por la que se tomó la decisión de retrasar la convocatoria de 2019 hasta esta anualidad.
El presupuesto de este año, que fue aprobado inicialmente y que entrará en vigor a principios de febrero, mantiene las partidas para rehabilitación y accesibilidad.
En el caso de las primeras el importe ascenderá a 1,2 millones de euros, mientras que para las destinadas a accesibilidad, para la instalación y adecuación de ascensores, habrá 1,45 millones.
Fuentes municipales aseguran que la convocatoria podrá salir una vez que esté en vigor el nuevo presupuesto, aunque manejan una posible alternativa.
Esta consiste en que el procedimiento se ponga en marcha una vez que se apruebe la nueva Ordenanza Reguladora das axudas á rehabilitación de edificios de vivendas. Su tramitación se inició el pasado 23 de diciembre y se encuentra ahora en fase de consulta previa.
La mayor parte de los expedientes que están en tramitación proceden de hace dos años
El aplazamiento de la convocatoria de las ayudas de rehabilitación del año pasado fue una de las medidas que el Gobierno municipal tomó para intentar corregir la situación.
Sin embargo, no se trata de la única y también se pone el foco sobre el personal del departamento. Así, el pasado mes de noviembre se incorporó a estas tareas una persona en asignación de funciones con el objetivo de dar apoyo a los tres auxiliares administrativos a los que estaban encomendadas la tramitación de los expedientes pertenecientes a las convocatorias realizadas en 2017 y 2018, que son los que cuentan con más solicitudes pendientes cuentan.
Además, la concejalía requirió un mayor refuerzo de personal para poder tramitar los expedientes a un ritmo adecuado.
La cantidad de expedientes a la espera de una resolución para disponer de ayudas para la rehabilitación de viviendas es bastante más elevada de aquellos que se resolvieron en los últimos ejercicios. Por ejemplo, la memoria de gestión de 2018 recoge que durante ese año se tramitaron 153 expedientes para rehabilitación y accesibilidad.
Mientras, el año pasado se concedieron 102 solicitudes, aunque en esta cifra no se incluyen aquellos que fueron aprobados en años anteriores y cuya cantidad se abonó a lo largo de 2019.
Las modificaciones en cuanto a las ayudas de rehabilitación no son las únicas que ha llevado a cabo el nuevo Gobierno local desde que tomó posesión.
Otro de sus objetivos prioritarios era el de agilizar la concesión de licencias urbanísticas, por lo que también realizó cambios en este departamento.
En el segundo semestre del año pasado se incrementó en un 45% la cantidad de permisos urbanísticos que se otorgaron en comparación con los primeros seis meses. La diferencia fue palpable también durante los cien primeros días de gobierno comparando con el mismo período de sus predecesores. Desde la concejalía cuentan con que los tiempos de tramitación sigan mejoran con el paso de los meses.