La Policía Nacional sigue el rastro de un individuo que, con la cabeza cubierta por un pasamontañas y con guantes en las manos, atracó a punta de pistola a una empleada del Grupo Recho, con base de operaciones en Riveira, y se llevó dinero que tenía la empresa para pagar la comida de los barcos y el coche de dicha trabajadora en el que se dio a la fuga.
Los hechos ocurrieron en torno a las cinco y cuarto de la madrugada de ayer, miércoles, cuando la mujer se encontraba en las oficinas ubicadas en la avenida das Carolinas y se dirigió a su vehículo, un Kía Cerato, que estaba estacionado justo delante de la sede de la compañía para recoger algo que tenía en el vehículo.
Nada más salir la empleada por la puerta fue abordada por el ladrón que la acechaba y la encañonó con la mencionada arma de fuego y la hizo regresar de inmediato al interior de la empresa, para luego preguntarle por dónde tenían la caja fuerte y el lugar en el que guardaban el dinero, para seguidamente dejarla encerrada en un garaje contiguo a las oficinas.
El ladrón permaneció alrededor de media hora en el interior de base de operaciones del Grupo Recho en la capital barbanzana, revolviendo bastante por las mesas y otros espacios, pero sin causar destrozos. Por la forma que tuvo de actuar, se cree que no era un gran conocedor de las oficinas y que tampoco tenía una planificación determinada.
Según indicaron algunas fuentes consultadas, el ladrón se dirigió a la empleada hablándole en gallego y se cree que reside en la zona.
Después de encontrar lo que estaba buscando, básicamente dinero, el atracador se marchó con su botín, tras coger las llaves del coche de la empleada que estaba de guardia para darse a la fuga más rápido.
La trabajadora, que estaba muy asustada, decidió salir del garaje cuando escuchó que el atracador se marchaba y seguidamente avisó a uno de los socios propietarios de la empresa de pescados.
Poco después, los dueños procedieron a denunciar lo sucedido en la comisaría de Riveira, en la que se contempla una descripción del asaltante, que era la de un hombre de menos de 1,70 metros de estatura y que vestía pantalón vaquero y cazadora marrón.
Tanto los efectivos de sus unidades judicial y científica de la Policía Nacional riveirense acudieron a primeras hora de la mañana al lugar de los hechos para recoger pruebas y huellas, así como tomar fotografías del lugar del suceso, que les permitiesen posteriormente avanzar en la investigación.
Aunque oficialmente no ha trascendido ninguna información sobre las averiguaciones efectuadas por el Cuerpo Nacional de Policía, el trabajo realizado en las primeras horas por los investigadores dio sus frutos, pues ya lo tienen identificado, aunque aún no fue localizado. Inicialmente, tampoco se sabía nada del coche en el que huyó, pero a última hora de ayer trascendió que apareció abandonado en A Pobra.
Desde la empresa recordaron que les entraron a robar hace medio año en una nave próxima a la nueva lonja y les llevaron un ordenador y otros objetos.
Añadieron que a raíz del último suceso, van a reforzar las medidas de seguridad, pues pretenden instalar cámaras de vigilancia y otros sistemas en sitios estratégicos, y que no volverán a dejar dinero de madrugada en la empresa.