Ayer saltaba a la palestra la noticia de que la futura reina de España cursará bachillerato internacional en un colegio de Gales. Como era de esperar, las críticas no han tardado en llegar.
La bella infanta de carácter dulce, modales refinados y nivel cultural muy por encima al de la media de su edad; se marcha lejos de la península que la vio nacer y crecer, para tratar de alcanzar una formación académica, no solamente excepcional, sino que le aportará una visión mucho más global de lo que significa nuestro país en el cómputo general del mundo.
Solamente cogiendo perspectiva y aprendiendo a ver desde fuera de la caja; tendrá la capacidad de ampliar su visión y, por medio de esta, la de las generaciones venideras si es que antes no abolen la monarquía.
Conozco a muchos padres tan pudientes como anónimos que, a costa de su sacrificio, trabajo, herencia o lotería; han mandado a sus vástagos a estudiar lejos del hogar, concretamente, a Suiza, Inglaterra, Irlanda o incluso Estados Unidos. No veo que hay de malo en elegir lo que consideras mejor para los tuyos, siempre y cuando, puedas hacer frente a los recibos.
Pues lo mismo sucede con los Reyes. Tratando de mantener una posición neutral y de dejar las críticas aparte, esos dos señores que son los jefes de nuestro estado, están en su pleno derecho de elegir lo que consideran mejor para su primogénita.
En mi opinión, cobran un sueldo que les proporciona el gobierno de España, como tantos funcionarios de multitud de niveles y, por ello, también son libres de gastárselo como consideren oportuno.
Así que, como sucede en tantas familias en estos tiempos en los que el mundo está cada vez más cerca, han decidido dar alas a la princesa para que crezca a nivel académico y personal, en un internado de Gales de carácter abierto y bohemio, donde la jovencita se topará con niños becados y también con otros más ricos que ella.
Y es que en la variedad racial, cultural y religiosa, se esconde la cuna del crecimiento personal. Un crecimiento que no sé si encontraría quedándose en España o no, pero que al igual que hizo su padre hace años, lo buscará lejos de nuestras fronteras. Para eso puede… y como querer es poder, sino que le pregunten a Pablo Iglesias por qué no se quedó en Vallecas en un piso piloto, y decidió comprarse una mansión con varios dormitorios y servicio a posteriori… Y es que uno ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio.
Todos ellos, presidentes, vicepresidentes, reyes y ministros; cobran de las arcas generales del estado, al igual que pensionistas y empleados públicos. Todos lo hacen y los demás no sabemos al dedillo en qué invierte cada cual su parné… Y, aunque lo supiésemos, son muy libres de hacerlo en aquello que les de la real gana.
Quizás, más que criticar el precio del centro elegido o picarnos con el hecho de que se va de España porque aquí no hay centros educativos a su altura, deberíamos plantearnos si están o no demasiado bien pagadas las altas esferas funcionariales. Pero cuando lo hagamos, no nos olvidemos de que ese es otro tema bien diferente al que nos ocupa.