El incidente de este viernes, en el que 85 jóvenes se dieron cita en la finca de los Mariño para celebrar un botellón de Carnaval, ha provocado que la Policía Local aumente la vigilancia sobre los lugares habituales donde los jóvenes acuden para celebrar fiestas alcohólicas. No solo la citada finca: el parque de Santa Margarita, la calle del Oleoducto o el centro deportivo de Los Rosales recibirán frecuentes visitas de los coches patrulla del 092
Sobre todo, por que no es la primera vez que ocurre: en la finca de los Mariño se disolvió un botellón semejante con medio centenar de integrantes a mediados del mes pasado, y de vez en cuando se encuentran grupos sentados en escaleras, en plazas o en cualquier otro rincón. Los jóvenes tratan de buscar lugares aislados, donde puedan beber sin ser interrumpidos, pero no es fácil porque el 092 recibe constantemente de vecinos que descubren infractores.
Sin embargo, en época de Carnaval aumenta el peligro de botellón, una de las razones por las que no se levantarán las restricciones hasta pasadas las fiestas.
Hasta entonces, la presión policial se mantendrá. En el caso del viernes, la actuación en la finca de los Mariño se saldó con 55 sancionados, permitió alcanzar un nuevo récord de más de 120 denuncias en un solo día, la gran mayoría por reunirse con personas no convivientes. “No es que estuvieran todos juntos, esos 85 jóvenes estaban dispersos formando pequeños grupos”, matizaron las fuentes municipales. Sin embargo, es igualmente peligroso.
En la calle
De momento, no se aumentará el número de agentes en la calle, por otro lado. Fuentes municipales aseguran que a día de hoy hay más agentes de lo normal patrullando porque se ha reordenado el servicio en detrimento de otras áreas, como la Patrulla Verde o el Programa Tutor, por ejemplo.
De esta manera, y teniendo en cuenta que los distintos turnos nunca coinciden, para evitar posibles contagios, hay más agentes municipales que nunca en la calle, según fuentes policiales.